GINEBRA.- Una transición política ordenada en Siria es posible, pero para ello Israel debe cesar sus ataques bélicos y la ocupación de territorio sirio, dice a EFE el presidente de la Comisión Independiente de la ONU que ha investigado los crímenes ocurridos a lo largo de casi catorce años de guerra civil, Sergio Pinheiro.
El jurista valora con cierto espíritu positivo, pero sin ingenuidad, los mensajes moderados que ha transmitido el liderazgo del Organismo de Liberación del Levante (HTS), el grupo islamista que estuvo al frente del derrocamiento del régimen de Bachar Al Asad, así como la capacidad que mostró de crear «un gobierno institucionalizado» en la provincia opositora de Idleb.
Esa localidad estaba administrada por el HTS y allí vivían combatientes de diversos grupos rebeldes y sus familias, que llegaron a formar una población de cinco millones de personas (frente a dos millones antes del conflicto armado), a los que proveyó de servicios básicos y garantizó orden, al tiempo que permitió la presencia de organizaciones civiles de ayuda.
Asad «arrinconó» a los combatientes en esa provincia, pero el HTS consiguió «institucionalizar su mando» y tener control sobre los diversos grupos rebeldes, aunque también se reportaron «casos de detenciones arbitrarias, algunas ejecuciones, torturas y dificultades para trabajar con oenegés de mujeres o para mujeres», explica el presidente de la Comisión de Naciones Unidas en una entrevista con EFE.
«Creo que hay que combinar (en el análisis) su pasado complicado (como producto de Al Qaeda) con el de un grupo que ha tenido una experiencia de administración con cierto éxito, así que la posibilidad de una transición ordenada existe, pero no hay garantía de que será así», señaló.
En lo que sí insistió es en que «no hay que mirar al HTS como talibanes porque lo que hemos podido ver es que no lo son», comentó, tras comentar que otra señal esperanzadora es la forma en que liberaron a los detenidos de las prisiones del régimen.
Para que la transición que se desea para Siria funcione, Pinheiro dijo que es esencial que Israel cese sus ataques contra Siria «porque no hay un marco legal que permita a un país atacar a otro de manera preventiva».
Para el experto en derechos humanos, uno de los mayores peligros para Siria tiene que ver con su unidad territorial, amenazada por grupos armados apoyados por Turquía (para luchar contra los kurdos) y las «pretensiones» de Israel sobre el territorio de los Altos del Golán, «donde ocupa ahora 400 kilómetros cuadrados, lo cual no puede continuar».
Pinheiro considera que el gobierno laico en Siria «ha muerto» con el régimen de Al Asad y que la comunidad internacional debería intentar establecer relaciones con el gobierno que surja del mismo modo que tienen «relaciones cordiales con muchos Estados de la región que no son democracias».
Asimismo, sostiene que «pedir elecciones ahora es imposible»
«Cómo y quién las va a organizar, cuáles serían los órganos independientes que actuarían y qué se haría con los 7 millones de refugiados sirios», se pregunta.
En este sentido, el jefe de la comisión investigadora de la ONU concuerda con el líder del HTS en que debe revisarse la resolución del Consejo de Seguridad que planteaba una resolución política al conflicto sirio que debía pasar por elecciones libres y otros requisitos «que no corresponden a la realidad».
«La verdad es que los Estados miembros de la ONU nunca ayudaron a que la resolución se aplicara porque creían en una solución militar a través de diversos grupos armados», sentenció.
La reconciliación nacional será igualmente algo «que no podrá ser de inmediato», afirma Pinheiro, quien fue miembro de la Comisión de la Verdad de Brasil.
Ni Pinheiro ni los otros dos titulares de la comisión investigadora, ni ningún miembro de su equipo de técnicos, pudieron entrar en Siria desde la creación de esta instancia, en 2011, pocos meses después del estallido de la guerra civil que fue la consecuencia de la brutal represión de un levantamiento popular contra el régimen.
No obstante, en estos años la Comisión ha tejido una increíble red de fuentes, entrevistado a miles de víctimas de violaciones de derechos humanos, familiares, desertores y refugiados, entre otras fuentes directas e indirectas que le han permitido elevar numerosos informes altamente documentados al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, del que ha recibido su mandato.
Pinheiro confía en que antes de que termine el año podrá viajar a Siria para mantener contactos iniciales con las nuevas autoridades, en una visita que aclaró no tendrá el propósito de recabar información para sus futuros informes, sino de transmitir a quienes han asumido las riendas del país su responsabilidad de preservar las pruebas de los crímenes que ha sufrido el pueblo sirio en estos años para que se haga justicia.
EFE