GINEBRA.- Una comisión internacional de la ONU que investiga los crímenes cometidos en la guerra de Ucrania dijo hoy que tiene suficiente evidencia para señalar que las autoridades rusas han cometido crímenes de guerra en varias regiones no sólo de Ucrania, sino de la propia Rusia, incluyendo violencia sexual y deportación de niños.
Además, las fuerzas de combate rusas han perpetrado crímenes contra la humanidad en la ola de ataques iniciada en octubre de 2022 contra infraestructuras energéticas, como también lo han hecho los responsables políticos al validar el uso de la tortura.
«La comisión ha concluido que las fuerzas armadas de Rusia han perpetrado ataques con armas explosivas en áreas pobladas con aparente menosprecio del sufrimiento y daño a los civiles«; afirma en el informe que expondrá la próxima semana al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y que hoy ha presentado a la prensa.
Conforme las fuerzas rusas avanzaban en el territorio ucraniano los asesinatos de civiles que no tenían nada que ver con las hostilidades se fueron multiplicando, así como su detención y confinamiento en instalaciones levantadas con este fin tanto en la Ucrania ocupada, como en Rusia, según el documento.
En esos lugares los maltratos se convertían rápidamente en torturas por causas tan fútiles como «hablar ucraniano» o «no recordar la letra el himno ruso», mientras que fuera de ellos las redadas de los soldados rusos en domicilios privados daban lugar a violencia sexual o a la amenaza de utilizarla contra mujeres y hombres.