Nadie puede detener al Aston Villa

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Madrid.- Nadie puede con Aston Villa, que marcha como un cohete en todas las competiciones, incluida la Liga de Campeones, competición en la que ha firmado un inicio inmaculado tras superar este martes al Bologna por 2-0 con los tantos de Jhon Durán y John McGinn, protagonistas de otros tres puntos que sumó el cuadro inglés para alcanzar un pleno de nueve de nueve posibles.

Unai Emery tiene motivos para sonreír. Su presentación en el máximo torneo continental es perfecta. No ha encajado goles en ninguno de sus tres encuentros, convence con su fútbol y gana. Pero no sólo en Champions, porque en la Premier League ocupa una más que digna cuarta plaza por detrás del Liverpool, Manchester City y Arsenal con sólo una derrota este curso en un partido oficial.

En esta ocasión, la capacidad del Aston Villa para generar buenos resultados dejó una víctima en la figura de Vincenzo Italiano. El técnico del Bologna, sustituto de Thiago Motta este verano, no ha conseguido dar con la tecla con la que su equipo se convirtió la temporada pasada en uno de los clubes de moda europeos junto al Girona, Bayer Leverkusen, Brest y el mismo Aston Villa.

Por ahora, sólo ha ganado un partido esta temporada (1-2 al Monza) y ya empiezan a sonar tambores de guerra alrededor de Italiano.

Con ese guión, Bologna llegó a la cita como víctima, desinflado por sus irregulares resultados en la Serie A (es duodécimo) y con una necesidad de ganar que curiosamente no se tradujo en nervios para el cuadro transalpino.

Los jugadores de Italiano aparecieron por el campo de juego mucho más inspirados que los del Aston Villa, abrumados por las rápidas circulaciones de sus rivales.

Generaron peligro durante el tramo inicial del encuentro y tuvieron la oportunidad de ponerse por delante con un zurdazo de Thijs Dallinga desde dentro del área que estrelló contra el pecho del ‘Dibu’ Martínez.

Como en Anfield la segunda jornada, el Bolonia tuvo buenos momentos sin premio. Es el ‘debe’ este curso del cuadro transalpino, que no traduce sus dominios en buenos resultados. De nuevo falló y Aston Villa despertó con la insistencia de Leon Bailey desde el costado derecho y con la inspiración de Youri Tielemans, McGinn y Amadou Onana, que se hicieron con los mandos del duelo.

Sin embargo, el Aston Villa tampoco aprovechó sus opciones. Se quedó a cero cuando mereció marcharse al descanso por delante en el marcador. Durán y McGinn acariciaron el gol, pero Lukasz Skorupski sostuvo al Bologna con dos intervenciones en un mano a mano ante el colombiano y a una rosca envenenada del escocés.

El portero polaco dio una vida extra a sus compañeros, que aún tenían por delante 45 minutos para volver a tomar el mando e intentar no desperdiciar sus escasas opciones.

La película se repitió tras la reanudación. Otra vez el Bolonia salió fuerte. Y otra vez, falló su ocasión, en las botas de Stefan Posch, que desperdició una llegada desde atrás clarísima que acabó con la pelota lejos de la portería del ‘Dibu’ Martínez.

Vincenzo Italiano, desesperado en el banquillo, parecía saber qué iba a pasar: que Aston Villa, daría en la diana más pronto que tarde.

Y así fue, porque McGinn, con un golpe de suerte, abrió por fin al marcador a falta de media hora para el final. El medio escocés lanzó una falta al corazón del área, nadie entre la marabunta de jugadores que esperaban su centro tocó la pelota y ésta acabó golpeando las redes de la portería defendida por Skorupski. Y ahí, se terminó todo. Bologna hincó la rodilla y la puntilla se la dio Durán.

El colombiano, poco después del acierto de McGinn, se deshizo de su compatriota Janer Lucumí con un gran movimiento que le permitió rematar un centro desde la banda izquierda de Morgan Rogers.

Su tanto cerró el partido, pero abrió una pequeña polémica con Unai Emery, que casi al instante la sacó del campo (tenía el cambio preparado) y a los minutos abandonó el banquillo para marcharse al vestuario antes del final del partido.

Fue una anécdota dentro de un choque en el que el Bolonia se llevó un castigo excesivo. Su pecado, no atinar ante la portería rival, fue definitivo para el conjunto italiano, que empieza a vivir una situación preocupante con su entrenador.

Vincenzo Italiano no consigue enderazar el rumbo de sus jugadores mientras Emery sigue divirtiéndose con Aston Villa: se mantiene fuerte en la Premier League y ya suma pleno de puntos en la Liga de Campeones. Definitivamente, Aston Villa no es un equipo de moda. Es una realidad.

EFE