CIUDAD DE MÉXICO. El museo Memoria y Tolerancia, en Ciudad de México, abre sus puertas a una exposición para preservar la valentía y la esperanza que Ana Frank simboliza, recordando su legado y promoviendo la tolerancia en la sociedad actual.
«El principal objetivo es traer al presente el legado de Ana Frank, destacando a las personas que arriesgaron sus vidas para apoyar a su familia. Es una lección que nos advierte sobre la peligrosa indiferencia, una invitación a mirar a los demás, apoyarlos y comprometernos con ellos, destacó Linda Atach, directora de exposiciones temporales del museo.
La exposición, que durará hasta mayo de 2024, es el único proyecto que han autorizado fuera de Países Bajos, en colaboración con la casa de Ana Frank (Ámsterdam), con más de 160 imágenes provenientes de la colección.
«Con esta cooperación vamos a contar su historia y sentir el sitio donde vivió escondida por 761 días, replicando los valores de la Casa de Ana Frank», remarcó Atach.
La exposición nos sumerge en la trágica y conmovedora historia de Ana Frank, comenzando por conocer sus orígenes para luego adentrarnos en un armario que revela «la casa de atrás», una representación del escondite a escala real donde vivió con su familia, la familia Van Pels y el dentista Fritz Pfeffer para conocer en qué condiciones vivían.
La muestra no solo resalta la vida de Ana Frank, sino que también proporciona un contexto histórico para comprender mejor los acontecimientos que llevaron al Holocausto y la persecución de millones de personas y que mediante testimonios y recursos interactivos, los visitantes podrán reflexionar sobre la importancia de la memoria histórica y promover la construcción de un mundo más inclusivo y compasivo.
La directora de exposiciones temporales aclaró que en esta exposición quieren contar lo que le sucedió a Ana Frank, que debido al régimen político de Hitler, personas judías, de color, con discapacidad y homosexuales, entre otros, fueron perseguidos.
«Ana era una cinéfila empedernida, era divertida y rebelde. Si uno lee el diario se da cuenta de cómo ella, aun siendo pequeña, era una intérprete de la naturaleza humana», destacó la directora.
También, se destacan y resaltan aspectos poco conocidos de la vida de Ana Frank, como una sala en particular llamada «Ana por sí misma», rindiendo homenaje a su legado al resaltar, no solo sus frases más reconocidas, sino también aquellas menos conocidas, permitiendo vislumbrar a la joven tal y como era en la realidad.
«No a la indiferencia». La poderosa declaración de Atach recuerda que «no podemos permanecer impasibles» frente a las diversas situaciones que se presentan en el mundo actual, ya sea con relación a la comunidad LGTBQ+ o a los migrantes, entre otros.
EFE