BOGOTÁ.- Al menos 16 personas murieron y 28 resultaron intoxicadas en Bogotá por el consumo de un licor adulterado que contenía metanol entre el 24 de noviembre y el 7 de diciembre, según informó la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia de la capital colombiana.
Entre estas bebidas alcohólicas fraudulentas no aptas para la comercialización se encuentran los aperitivos saborizados «a aguardiente» y «ron«, y el «aperitivo de aguardiente» de las marcas Rey de Reyes y Cabañita, tal como precisó una alerta sanitaria emitida el pasado 2 de diciembre por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima).
El metanol es una sustancia que, mezclada con bebidas alcohólicas, puede provocar intoxicación, daños al sistema nervioso central, visión borrosa, ceguera, dificultad respiratoria, estado de coma o incluso inducir la muerte.
En este sentido, la Secretaría Distrital de Salud recomendó evitar el consumo de destilados en alambiques y la compra de bebidas alcohólicas en la calle o sospechosamente baratas, además de comprar únicamente en establecimientos autorizados y revisar envases y rotulados antes de la ingesta del producto.
La condena para quienes comercialicen, distribuyan, imiten o simulen bebidas alcohólicas es de entre 5 y 11 años de prisión, multas económicas y el cierre definitivo del comercio por un delito de conductas contra la salud pública.
Ante el incremento de casos de intoxicación, entre el 25 de noviembre y el 7 de diciembre se llevaron a cabo un total de 131 operativos en el área capitalina que culminaron con la clausura de 28 establecimientos.
También se incautaron 365 botellas en las localidades de Rafael Uribe, Los Mártires, Usme, Chapinero y Santa Fe en seis operativos a cargo de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia bogotana.
Por su parte, las autoridades hicieron un llamado a denunciar en los hospitales de la localidad o a través de la línea 123 aquellos puntos de venta en los que se identifique la comercialización o manipulación de bebidas alcohólicas.
EFE