CARACAS.- Este miércoles el luto se apoderó de Venezuela al conocer la noticia del fallecimiento a los 78 años de edad del boxeador Francisco «Morochito» Rodríguez, quien se encargó de insertar al país en los libros del deporte tras conseguir la primera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos.
Aquella gesta en los Juegos de México en 1968 permitió no solo ubicarlo dentro de un listado privilegiado en la máxima justa del deporte, sino que se convirtió en el pionero de los tres campeonatos que ha cosechado la delegación venezolana en toda la historia del certamen (Rodríguez en México 1968, Rubén Limardo en Londres 2012 y Yulimar Rojas en Tokio 2020).
Una historia de superación particular
Nacido en Cumaná, el 20 de septiembre de 1945, Morochito Rodríguez era el segundo de un hogar humilde de catorce hijos, con el añadido de que creció sin una figura paterna tras el abandono de su padre. Nació con una hermana gemela, Alida, razón que originó su popular apodo.
Aquel niño que no aprendió a leer y escribir hasta su adolescencia y que trabajó con su abuela vendiendo pescado en su pueblo natal empezó a tener una afición, que sería más adelante su salto a una mejor vida: El boxeo.
Con 11 años, Rodríguez inició su travesía como profesional y, luego de ganar popularidad en la región oriental, emprendió rumbo a la capital para complementar su trabajo dentro del cuadrilátero.
Su desempeño en la categoría minimosca lo hizo merecedor de formar parte del equipo nacional, con el que selló grandes actuaciones en torneos internacionales.
En 1967 marcó su primer hito importante al colgarse el oro en los Juegos Panamericanos de Winnipeg, Canadá.
El momento icónico
Un año después, el 26 de octubre en la celebración de los Juegos Olímpicos en México, el boxeador de raíces humildes hizo estallar de júbilo a todo el país y se llevó el foco global tras coronarse campeón olímpico, derrotando en la final al surcoreano Yong-Ju Jee.
La alegría generada por el cumanés fue tal, que en su arribo al país más de 10.000 personas asistieron para celebrar esa histórica primera medalla de oro.
Lejos de terminar su faena con eso, Rodríguez repitió el primer lugar en los Panamericanos de 1981, esta vez celebrados en la ciudad de Cali (Colombia).
Los homenajes no se hicieron esperar. En Cumaná un colegio lleva por nombre «U.E.T.D. Francisco Morochito Rodríguez», mientras que un polideportivo también quedó bautizado con el emblemático nombre del pugilista.
La casualidad de que su fallecimiento coincidiera con un año en el que se celebrará otra edición de los Juegos Olímpicos en la ciudad de París, deja entrever cómo debe ser recordado aquella figura que puso un antes y un después en la historia del deporte venezolano.
A la fecha, 24 atletas serán los que representen la bandera tricolor en la capital francesa, todos acobijados desde las alturas por Morochito Rodríguez en busca de acrecentar el camino dorado que inició hace 56 años.
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Alexis Bonilla Cedeño – Unión Radio