RIAD.- Alrededor de dos millones de musulmanes se congregaron este sábado en el monte Arafat, en La Meca, donde creen que Adán y Eva se encontraron por primera vez en la tierra, para realizar la principal jornada de su peregrinación anual en medio de un sofocante calor.
Vestidos con el «ihram», dos piezas de tela blanca sin costura los hombres y túnicas del mismo color para mujeres, los fieles cubrieron de blanco desde primera hora de la mañana la zona del monte Arafat, ubicada en las afueras de La Meca, donde estarán de pie hasta la puesta del sol.
Se trata de una meseta de unos 300 metros de altura, llamada también «monte de la clemencia» o «Arafa» (conocimiento), que consiste en una pequeña colina de superficie plana y de gran extensión formada de grandes piedras duras y negras.
Ese monte, ubicado en el centro de un valle del mismo nombre de unos 10 kilómetros cuadrados, es donde el profeta Mahoma pronunció su último discurso tres meses antes de su muerte en el año 632 de nuestra era, y donde los fieles musulmanes realizan este sábado «el Wakfa» (estancia), sin la cual no se valida su peregrinación, o ‘hach’.
Los peregrinos fueron trasladados, en más de 30.000 autobuses y otros vehículos operados por las autoridades saudíes, así como en el tren de alta velocidad (AVE) de La Meca, desde los centros de congregación a la zona del monte, situada a unos 20 kilómetros del centro de la ciudad.
Su traslado y movimiento por los «lugares sagrados» se realizan con mucha atención y estrictas medidas sanitarias debido a las elevadas temperaturas que rozan los 50 grados centígrados.
El Ministerio de Sanidad saudí informó hasta el mediodía de al menos «81 casos» de insolación y estrés por el calor, si bien aseguró que no se han registrado enfermedades infecciosas ni casos epidémicos.
EFE