DENVER.-Este año se ha registrado una avalancha migratoria en Denver y Colorado, donde la ayuda millonaria oficial no da abasto para hacer frente a la llegada de «autobuses fantasma» llenos de extranjeros.
Cientos de ellos, establecieron un campamento en un túnel de desagüe en Fort Collins ante el frío y la falta de un techo.
Colorado, como también Illinois, Nueva York y Massachusetts, hacen parte del destino de migrantes enviados por tierra y aire por políticos de estados republicanos como Texas y Florida, en protesta por la política migratoria del presidente Joe Biden.
También puede leer: OIM y ACNUR piden cooperación internacional para resolver emergencia humanitaria en Darién
«Necesito ayuda con alimentos y necesito conseguir trabajo. Tampoco tengo dónde quedarme. No tengo cómo hacer llamadas ni acceso a wifi», dijo a EFE desesperado el venezolano Marcelo, mientras esperaba ayuda frente a un centro comunitario en Denver.
«Amigo, no me gusta pedir, quiero trabajar. ¿Me entiende? Estoy buscando alguna iglesia que ayude con trabajo porque ya no puedo con el frío. Hace días que no tengo refugio y no aguanto horas caminando», explicó el migrante que llegó hace una semana a Denver y prefirió no dar su apellido.
Desde el 2022, la municipalidad destinó 33 millones de dólares para gastos de alojamiento, alimentación y salud, cifra tres veces superior al presupuesto anual de emergencias de la ciudad.
EFE