CIUDAD DEL VATICANO.- La capilla ardiente de Benedicto XVI, fallecido el pasado sábado a los 95 años, abrió hoy por segundo día, con menor afluencia de visitantes respecto a la jornada de apertura, aunque hasta las 12 horas locales (11.00 GMT) 25.000 personas habían presentado sus respetos al papa emérito.
La Santa Sede informó en un comunicado que la capilla ardiente abrió a las 07.00 horas locales (06. GMT), igual que en la jornada de ayer lunes en la que cinco horas después habían pasado por la basílica de San Pedro más de 40.000 personas.
Ayer el número de visitantes superó los 65.000, una cifra mucho mayor de la inicialmente prevista por la delegación del Gobierno en Roma, que esperaba 35.000 durante todo el día.
Para las exequias, que presidirá el papa Francisco el próximo jueves en la plaza de San Pedro, se espera la presencia de hasta 60.000 personas, según las mismas fuentes.
Entre los visitantes que se acercaron a la capilla ardiente para dar su último adiós a Joseph Ratzinger se puedo ver al primer ministro de Hungría, Viktor Orban, acompañado de su esposa.
Antes de sentarse en la zona habilitada para las autoridades, Orban y su esposa permanecieron de pie algunos minutos delante del féretro, situado sobre un catafalco de tela dorada a los pies del Altar de la Confesión y del baldaquino de Bernini, sobre el lugar en el que según la tradición fue sepultado San Pedro.
Las puertas de la basílica permanecerán abiertas hasta las 19.00 horas (18.00 GMT), horario que se mantendrá mañana miércoles, último día en que la capilla ardiente estará abierta al público.
El jueves a las 9.30 (8.30 GMT) Francisco, el sucesor de Benedicto XVI, presidirá el funeral en la plaza de San Pedro, ante la presencia de fieles y delegaciones oficiales de Italia y del país natal de Ratzinger, Alemania. Otras autoridades podrán asistir a título personal.
No será un funeral de Estado, al no tratarse de un pontífice «reinante», aunque contará con delegaciones oficiales de Italia y del país natal de Ratzinger, Alemania; podrán asistir otras autoridades pero deberán hacerlo a título personal.
Por el momento han confirmado su presencia la reina emérita de España, Sofía, y el ministro español de la Presidencia, Félix Bolaños, así como también el presidente polaco Andrzej Duda, el presidente de Portugal Marcelo Rebelo de Sousa y el rey Felipe de Bélgica.
Después, el cuerpo de Benedicto XVI será enterrado en la cripta de la basílica de San Pedro, donde reposan muchos otros pontífices en la milenaria historia de la Iglesia católica.
EFE