McTominay se convirtió en el verdugo de España

Scott McTominay, autor de los goles de la victoria para Escocia. Foto cortesía: @EURO2024

Glasgow (R.Unido).- España sucumbió este martes 2-0 ante Escocia en el que el papel de verdugo recayó sobre Scott McTominay, autor de los dos goles.

Luis de la Fuente adelantó el día anterior que mantendría su costumbre de mover las piezas con dos partidos tan seguidos. Y lo cumplió. El entrenador realizó hasta ocho cambios para el cotejo. David García debutó con la camiseta de La Roja y, en esta oportunidad, Joselu arrancó de titular luego de sus dos goles ante Noruega.

Escocia salió como era previsible, a morder el cuello de los españoles. Empujados por el rugido de sus aficionados, la «Tartan Army» atosigó cada pase español para poner el partido donde querían: más crudo que un filete sin hacer.

Los balones en largo hacia Joselu no conseguían darle el balón a la Roja. Hacía mucho tiempo que no se veía a España usar una boya en ataque para sacudirse el empuje rival.

Con el balón en los pies, los escoceses le dieron la razón a lo que advirtió De la Fuente en su rueda de prensa. El fútbol escocés ha evolucionado mucho.

Consecuencia de ese ímpetu, el gol escocés acabó llegando. Pedro Porro le dejó el balón servido a Robertson, quien solo tuvo que asistir a McTominay cuando este llegaba desde atrás embalado.

España no conseguía hilar juego, tan fría como las bajas temperaturas que la recibieron en Glasgow. Una cabalgada de Christie que llegó hasta el área sin encontrar resistencia dejaba de nuevo en evidencia a la defensa.

El paso de los minutos templó los ánimos y también a Dani Ceballos, motor del juego español. El choque se convirtió en un monólogo español, con múltiples ocasiones sobre la portería de Gunn.

La más clara de ellas llegó en el minuto 23, cuando Joselu remató con violencia contra el larguero un centro de Pedro Porro.

España parecía encontrarse a sí misma, lo que Escocia trató de atajar enmarañando el partido con faltas y protestas, con la ayuda de un público que abucheaba a Pedro Porro cada vez que tocaba el balón. Los escoceses no dudaban en dejar la huella de sus suele en cada entrada.

Las oportunidades de Joselu, Rodri y Yeremy Pino no conseguían poner en excesivas dificultades al arquero escocés. Pero quien la tuvo en sus botas fue el delantero del Queen’s Park Rangers Lyndon Dykes, quien falló solo ante Kepa tras haber ganado la espalda al debutante David García.

En el descanso, De la Fuente hizo una enmienda a la totalidad de su banda derecha y sustituyó al abucheado Porro por Carvajal y a Oyarzábal por Nico Williams, lo que obligó a Yeremy a desplazarse a la izquierda.

Volvió a ser ese costado por donde llegaron las desgracias españolas.

Una carrera de Tierney, que atraviesa una dura temporada en el Arsenal, dejó a cuerpos de distancia a Carvajal. Su centro no fue embocado de primeras, pero el rechace español llegó en manos de uno de los grandes llegadores de la Premier, McTominay, que remachó con contundencia al fondo de la red.

Cuatro goles en dos partidos para McTominay, que tampoco vive sus mejores días en Mánchester tras la llegada de Casemiro.

El guion de la primera mitad se repetía. Un gol tempranero de Escocia dejaba KO a España, condenada todavía a remar más a contracorriente.

De la Fuente agitó el banquillo en busca de las revoluciones de Iago Aspas, que enseguida dispuso de un balón franco para rematar servido por Gayá, con el que se hizo un lío, y posteriormente mandó alto un servicio de Nico Williams.

De nuevo rondó Escocia el gol con una falta directa de McGinn (menudo partido del jugador del Aston Villa) que Kepa consiguió repeler cuando se colaba por la escuadra.

Lo intentó una y otra vez España, sobre todo con Nico y Gayá, pero nunca dio la sensación de que podría remontar el partido.

Se complica así la clasificación para la Roja, que ya sabe que Escocia, líder del grupo con seis puntos, será un hueso duro de roer en el camino hacia Alemania.

EFE