PARÍS.- El australiano Cameron McEvoy puso fin a la ‘maldición’ que parecía perseguirle en la cita olímpica, donde el oceánico nunca había logrado subir a lo más alto del podio, tras imponerse este viernes en la final de los 50 metros libre en los Juegos Olímpicos de París.
Una victoria más holgada de los esperado, ya que McEvoy, que se impuso con un tiempo de 21.25, aventajó en 5 centésimas al británico Ben Proud, con quien había compartido el mejor tiempo de las semifinales tras firmar ambos un idéntico crono de 21.38.
Igualada pugna que el australiano, campeón del mundo en el año 2023, y el británico, oro un año antes en los Mundiales de Budapest, mantuvieron en la final desde la salida, tras calcar prácticamente el tiempo de reacción.
Pero mientras que McEvoy, que este año contaba con una mejor marca de 21.13, logró mantener la aceleración hasta el final, el británico bajó mínimamente su velocidad, lo que propició el triunfo del oceánico, que se impuso con un tiempo de 21.25.
Cinco centésimas menos que Proud, plata con un crono de 21.30, que no pudo impedir que el australiano Cameron McEvoy, tras tres bronces, todos ellos en pruebas de relevos en sus dos anteriores participaciones olímpicas, lograse el ansiado oro.
Asimismo, completó el podio el francés Florent Manaudou, oro en los Juegos de Londres 2012 y plata en los de Rio 2016 y Tokio 2020, que se colgó el bronce que le faltaba en su colección con una marca de 21.56 segundos.
EFE