CIUDAD DE PANAMÁ.- Al menos 244.243 migrantes han cruzado la peligrosa selva del Darién, la frontera común entre Panamá y Colombia, en lo que va de 2024, una disminución de 110.056 transeúntes en comparación con el mismo lapso del año pasado, lo que supone una caída del 31 %, según cifras difundidas este lunes por el Gobierno panameño.
El Servicio Nacional de Migración de Panamá señaló, en una publicación en X junto con una infografía, que hasta este lunes han transitado por esa jungla 244.243 migrantes mientras que hasta esa fecha en 2023 fueron 354.299 migrantes, una «variación» de -31 %.
La información de migración destaca que la «mayoría de los migrantes son originarios de Venezuela, Ecuador, Colombia y China», sin precisar cifras.
En los nueve primeros días de septiembre han pasado 6.058 personas por esa selva del Darién, usada a diario por centenares de migrantes desde el sur del continente para llegar a Norteamérica en busca de mejores condiciones de vida.
Las autoridades de Panamá estiman que en 2024 unos 320.000 migrantes atravesarán esta selva, una reducción del 38 % frente al récord histórico de 520.000 que cruzaron el año pasado, y que vinculan con las nuevas políticas de control de migración implementadas por el nuevo Ejecutivo, cuyo mandato comenzó el pasado 1 de julio.
En febrero pasado tras la oleada migratoria, Migración de Panamá había advertido sobre un posible aumento del 20 % del flujo de transeúntes.
El nuevo gobierno panameño ha aplicado varias medidas para frenar el flujo migratorio por el Darién al considerarlo una crisis humanitaria, pero también de seguridad.
Entre ellas está la instalación de «barreras perimetrales» (vallas de alambre con púas) en unos 4,7 kilómetros en el Darién, donde había al menos cinco pasos no autorizados o trochas, para «canalizar» el flujo de los migrantes a través de un «corredor humanitario».
Otras de esas medidas es el acuerdo con Estados Unidos para que el país norteamericano financie vuelos de devolución de migrantes. Hasta el momento, ya se han llevado a cabo cuatro con grupos de 30 personas aproximadamente hacia Colombia (3) y Ecuador (1), a lo que se suma uno a la India con 130 migrantes.
«Esto son mensajes bien importantes de que la inmigración tiene que ser ordenada, segura y legal. Y lo que estamos haciendo es tratando de ofrecer vías legales, seguras y ordenadas pero a la misma vez en forzar la ley», dijo este lunes en declaraciones a la prensa la embajadora de EE.UU. en Panamá, Mari Carmen Aponte, sobre ese acuerdo entre ambos países.
Algunos de esos migrantes tienen antecedentes penales, según defienden las autoridades panameñas, otros muchos los devuelven por entrar al país sin cumplir el proceso migratorio regular.
EFE