«Mariupolis 2»: la vida bajo bombas en Ucrania se convierte en cine

CARACAS.- Hanna Bilobrova, compañera sentimental del cineasta lituano Mantas Kvedaravicius, presentó en el Festival de Cannes el documental «Mariupolis 2» que rodaban juntos en la ciudad ucraniana de Mariúpol cuando el director fue abatido por soldados rusos el pasado 2 de abril.

«Para mi es un gran honor estar aquí, la película es un tributo a Mantas», ha dicho a Efe Bilobrova, que recorrió la ciudad durante días hasta encontrar el cuerpo de su pareja y logró sacarlo del país, junto a las imágenes que había rodado.

El montaje final, terminado hace solo tres días, estuvo a cargo de Dounia Sichov, que trabajó con Kvedaravicius en sus dos anteriores documentales, «Partenonas» (2019) y «Mariupolis» (2016) rodado en la misma ciudad entre 2014 y 2015.

Bilobrova y Kvedaravicius llegaron Mariúpol el 19 de marzo con suministros para ayudar a las personas que estaban atrapadas allí. «Sentíamos que necesitábamos a la gente y que la gente nos necesitaba, queríamos ayudar y estar con ellos», explica Bilobrova.

Su idea inicial, relata, era ir al teatro porque sabían que mucha gente se refugiaba en él, pero fue bombardeado solo unos días antes. Finalmente se instalaron en el sótano de una iglesia metodista en ruinas, con unas 30 personas más, en su mayoría ancianos y madres con niños cuyas casas habían sido destruidas.

En el documental, el sonido de las bombas es constante. «Cuando llegas, aún tienes una reacción pero ves que la gente que vive ahí ya está acostumbrada, te acostumbras a vivir bajo amenaza permanente», dice Bilobrova.

La productora Nadia Turincev explica que el director lituano fallecido tenía un vínculo estrecho con Mariúpol desde que grabó el primer documental, sobre los lazos históricos de esa ciudad portuaria ucraniana con Grecia.