jueves, abril 24, 2025
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«Mano dura» con la política migratoria y aranceles improvisados, la constante de Trump en tres meses

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WASHINGTON.- Este domingo se cumplen los primeros tres meses desde que el presidente estadounidense Donald Trump volvió a la Casa Blanca, y ese tiempo bastó para dejar claro que hará cumplir su intención de mantener la misma receta: mano dura y América primero.

«Era necesario tomar una medicina, eso es lo que hemos estado haciendo. Ningún otro presidente lo hubiera hecho, pero esto era necesario», dijo Trump en un discurso hace algunas semanas.

Decisiones cuestionadas con la deportación de miles de migrantes, con especial accionar en contra de los venezolanos que llegaron de manera ilegal al país.

La Corte Suprema de Estados Unidos suspendió este sábado la deportación de un grupo de al menos una treintena inmigrantes venezolanos, que se hallan en el centro de detención Bluebonnet de Texas, acusados de ser pandilleros venezolano por parte de la Administración Trump.

La decisión llega después de que, a comienzos de este mes, la Corte dictaminara que las personas deportadas deben tener la oportunidad de apelar legalmente su expulsión. El presidente Donald Trump ha defendido estas deportaciones masivas amparándose en una ley de época colonial del siglo XVIII.

La orden fue aprobada por siete votos a favor y dos en contra, emitidos por los jueces Clarence Thomas y Samuel Alito, conocidos por su postura extremadamente conservadora. Establece un período de espera hasta que un tribunal inferior, el Quinto Circuito o distrito judicial de Estados Unidos, emita su fallo. Esta decisión siguió a un recurso de urgencia presentado por defensores de los derechos humanos para suspender la deportación de migrantes actualmente detenidos en un centro de detención en Texas.

Recientemente, el Departamento de Seguridad Interna (DHS) estadounidense, informó sobre un descenso del 97 % en el número de cruces ilegales de la frontera entre México y Estados Unidos.

La orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de expulsar a extranjeros beneficiados por el programa CBP One desanima a migrantes varados en las fronteras de México, donde albergues temen una mayor saturación ante la creciente incertidumbre.

La Casa Blanca aseguró este lunes que no hay límite acordado sobre el número de personas a las que puede expulsar a El Salvador bajo la acusación de ser miembros de la banda criminal Tren de Aragua (TdA) o de las maras, pese a la oposición judicial y de organizaciones de derechos civiles.

«No hay límite para el acuerdo: seguiremos enviando terroristas extranjeros a El Salvador, así como a muchos otros países», explicó a medios Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca y considerado el arquitecto de la política migratoria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Por su parte, algunos tribunales federales suspendieron temporalmente los intentos de eliminar el TPS y el Parol Humanitario que benefició a miles de migrantes.

Trump anunció en febrero que «castigaría» a México y Canadá -por considerar que no hacen lo suficiente contra la migración irregular y el tráfico de fentanilo- con un arancel del 25 %, aunque congeló en marzo la aplicación de este impuesto aduanero sobre los bienes incluidos en el tratado comercial de EE.UU. sellado en 2020 con sus dos vecinos.

La guerra comercial que tiene en vilo al mundo

En tan solo 90 días, el republicano implementó una «guerra comercial» que tiene al mundo en vilo, y ha desmantelado varias agencias federales.

Ha impuesto aranceles a más de 180 países, lo que ha dejado en rojo a la Bolsa durante jornadas enteras y ha provocado pérdidas de 1.000 millones de dólares. Ello le ha obligado a recular y ha pausado 90 días los aranceles a la UE para negociar y los ha retirado a los productos tecnológicos chinos.

Ha amenazado con abandonar la OTAN si los países de la UE no aumentan su inversión en defensa. Los europeos, en cambio, buscan ahora reforzar al Viejo continente ante posibles nuevas agresiones rusas y para depender menos de Estados Unidos.

El Gobierno de Donald Trump espera cerrar el próximo mes acuerdos comerciales con la mayoría de países a los que impuso gravámenes, mientras la guerra comercial desatada por su agresiva política arancelaria se centra en un pulso con China que inquieta a las empresas y empieza a lastrar la popularidad del mandatario republicano.

Washington aplica un arancel del 10 % a las importaciones de casi todos sus socios hasta principios de julio, cuando expira la pausa en los aranceles más altos, que Trump denomina «recíprocos», y con los que pretende obtener acuerdos favorables mientras sigue presionando a Pekín, al que impone un gravamen del 145 %.

Con la guerra comercial ahora centrada en EE.UU. y China, el presidente chino, Xi Jinping, hizo una gira esta semana por varios países del Sudeste Asiático para estrechar relaciones y precisamente firmó un centenar de acuerdos de cooperación con Vietnam, Malasia y Camboya.

Esos países, que se enfrentan a algunos de los mayores aranceles «recíprocos» de EE.UU. y son clave en la cadena de suministro del país, son miembros de la Asociación de Estados del Sudeste Asiático (ASEAN), bloque que se ha comprometido a no tomar represalias, como sí ha hecho Pekín.

Poco ha trascendido sobre las negociaciones de EE.UU., pero Vietnam (que afronta un arancel del 46 %) dijo el viernes estar «listo para negociar», tras una reunión entre su Gobierno y el Consejo Empresarial EE.UU.-ASEAN en la que concluyeron que sus economías «se complementan», no «compiten».

Las guerras en el mundo

A nivel internacional, también ha intentado mediar en la guerra en Ucrania, aunque con más escándalos y tensión que progresos reales; y en la Franja de Gaza.

El republicano no ha ocultado sus rencillas con Zelenski, al que ha acusado de empezar la guerra.

En cuanto a Gaza, el presidente estadounidense se ha posicionado claramente a favor del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Trump incluso ha dado un paso más ha propuesto deportar a los palestinos a otros países de alrededor y transformar el enclave en «la Riviera de Oriente Medio».

Reacciones al mandato de Trump

Los estadounidenses no aprueban la gestión de Donald Trump. El republicano es el personaje más polarizador de la política de EE UU de las últimas décadas. Ha regresado al poder con ansias de venganza.

La imagen de Donald Trump en la opinión pública estadounidense atraviesa nuevamente un momento complejo, ya que a tres meses de haber regresado a la Casa Blanca, el expresidente republicano mantiene un nivel de aprobación del 45%. Así lo revelaron datos de la consultora Gallup.

Trump es el único mandatario en la historia moderna del país que cuyos niveles de aprobación al arrancar el mandato se presentan como inferiores al 50%.

Entre los independientes, el 37% aprueba su desempeño actual, nueve puntos menos que en el momento de su investidura.

Algunos analistas ya advierten que los efectos de esta política podrían derivar en una recesión. 

Unión Radio

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