Atenas.- El Manchester City se proclamó campeón de la Supercopa de Europa al imponerse al Sevilla por 5-4 en la tanda de penales tras acabar el partido 1-1.
A diferencia de hace unos días ante el Arsenal en la Community Shield, el equipo de Pep Guardiola en esta ocasión sí fue efectivo desde los penales. Por el otro lado, el Sevilla no contó con la suficiente fortuna en la tanda, ya que Gudelj estrelló su disparo contra el poste.
El partido presentó importantes connotaciones en los dos equipos, ya que en el City faltaron, además de dos que ya no están este curso, Ilkay Gündogan y Riyad Mahrez, al irse el primero al Barcelona y el segundo a Arabia Saudí, otros tres titulares con Pep Guardiola, como el defensa portugués Rubén Dias y en el medio campo el también luso Bernardo Silva y el belga Kevin De Bruyne, todos con mermas físicas.
Sí contó con otro de sus jugadores franquicia, el internacional español Rodrigo Hernández y con el delantero centro considerado actualmente como el mejor del mundo, el noruego Erling Haaland, a los que sumó dos de los refuerzos de este verano, los croatas Josko Gvardiol y Mateo Kovacic.
En el caso del Sevilla, las previas, además de la enfermedad de última hora del centrocampista portugués Fernando Reges, vinieron condicionadas por los comentarios de las posibles salidas en este agosto de jugadores como el meta marroquí Yassine Bono o el lateral izquierdo argentino Marcos Acuña, aunque José Luis Mendilibar dijo el día anterior que ello no influiría nada para este partido y los dos fueron titulares.
Dijo el técnico vasco que querían ser valientes y jugar bastante tiempo en el campo del City y en el arranque lo hizo, y suya fue la primera aproximación, aunque la réplica no tardó en llegar con un remate del neerlandés Nathan Aké y la respuesta de Bono.
Partido táctico con dos equipos que querían ver las disposiciones del rival pero en el que también se veía que los recursos de la formación ‘citizen’ podían despertar en cualquier momento, pero ese momento fue para los hispalenses a los 25 minutos en una salida rápida con centro por la izquierda de Acuña y espectacular cabezazo del marroquí Youssef En-Nesyri.
0-1 y a esperar la reacción inglesa, pero lo que llegó poco minutos después fue un remate con mucha intención del argentino Erik Lamela que se le fue desviado, una muestra de que el Sevilla estaba y que Badé y Gudelj se fajaban con Haaland sin que al noruego le llegaran balones francos.
Pero el desgaste de los de Mendilibar fue grande y la paciencia de los de Guardiola también, como sus recursos a balón parado, lo que se notó y mucho en los albores de la primera parte, con un equipo el andaluz que pedía que el árbitro pitara el descanso y que lo hizo después de tres minutos de prolongación que se les hicieron eternos aún sin que el City tuviera ocasiones demasiado claras.
Se preveía que el comienzo de la segunda parte sería una continuación del cierre de la primera, y sí fue con un City que tocó mucho y que hizo recular al Sevilla, pero el derroche físico para cerrar huecos y los riesgos de los de Manchester con sus líneas adelantadas pudieron traducirse a los cinco minutos en el 0-2, aunque ahora, la magnífica contra de Lucas Ocampos no fue aprovechada por En-Nesyri con el pie solo ante el meta brasileño Ederson.
Perdonó mucho la formación española a la contra para abrir brecha y no se aprovechó de los huecos que dejaba la inglesa en su afán de devolver el empate al marcador, y entonces el que no falló fue el Manchester City, con un espectacular centro de Rodri al segundo palo bien definido por Cole Palmer con la cabeza.
Se había rebasado la hora de juego y empezó un nuevo partido en el que el Sevilla volvió a perdonar en las botas de En-Nesyri y el City redobló su empuje ante un rival que empezaba a notar el tremendo esfuerzo y eso tradujo en un monólogo con un dominio absoluto de los de Guardiola, poseedores del balón en todo momento y con el gol que parecía que era cuestión de tiempo.
Pero el tiempo se le agotó y el partido se fue a los lanzamientos desde el punto de penalti, una novedad impuesta por la UEFA, que suprimió la posibilidad de prórroga en caso de empate para esta edición de la Supercopa y que este estreno le vino mejor al City, cuyos jugadores no fallaron y se beneficiaron del error de Gudelj en su último lanzamiento.
EFE