BRASILIA.- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, acudió este miércoles a un hospital de Brasilia para infiltrarse en la cadera por segunda vez en menos de una semana y mitigar así los dolores que sufre en esa zona de la que se operará en octubre, informaron fuentes oficiales.
«El presidente realizará un procedimiento de infiltración hoy, en el (hospital privado) Sírio-Libanês, en Brasilia», señalaron fuentes de la Presidencia de Brasil.
El mandatario progresista, de 77 años, ya recibió una infiltración el pasado domingo en el Hospital Sírio-Libanês de Sao Paulo que no le impidió seguir con su agenda, pero el lunes volvió a sentir molestias con un grado mayor de intensidad.
El jefe de Estado dijo en la víspera, en su transmisión semanal por redes sociales, que los dolores son tan fuertes que le ponen de «mal humor» y «nervioso» durante «todo el día», y que por eso decidió operarse en octubre.
«No quiero seguir con dolor (…) No quiero convertirme en la persona aburridora con la que nadie quiere hablar», confesó.
Tras someterse a esta nueva infiltración, está previsto que el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) se dirija al Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de la Presidencia.
En su agenda oficial no consta ningún tipo de acto o reunión para este miércoles.
Lula detalló en su programa «Conversación con el presidente» que los dolores tienen su origen en un problema en la cabeza del fémur provocada por la artrosis.
«Tengo ese problema hace mucho tiempo», expresó.
Lula, en el poder desde el 1 de enero, cuando inició un tercer mandato tras gobernar en dos periodos entre 2003 y 2010, ha tenido una intensa agenda internacional desde que asumió, con viajes a varios países de Europa, además de Estados Unidos, China, Colombia, Argentina y Uruguay, entre otros.
Ello lo ha compaginado con eventos en diferentes puntos de la geografía brasileña para presentar las iniciativas de su Gobierno.
En marzo pasado, el presidente sufrió una «bronconeumonía bacteriana y viral por influenza A» que ya le obligó a posponer su viaje a China, que es el mayor socio comercial del país suramericano.