BRASILIA.- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó este miércoles su «espanto» por el intenso temporal en España, que ha causado al menos 70 muertos, y pidió «más unidad» internacional para enfrentar «los efectos devastadores de la crisis climática».
«Las imágenes de las lluvias en España causan espanto y nos unen en solidaridad con los españoles», afirmó el mandatario progresista en un mensaje compartido en sus redes sociales.
Una fuerte tempestad desatada la noche del martes ha asolado la región española de Valencia (este) y algunas zonas de Castilla-La Mancha (centro), provocando graves destrozos, cortes masivos de luz y el aislamiento de diversas comunidades.
Las autoridades españolas contabilizan hasta el momento 70 fallecidos y un número de desaparecidos que todavía no han podido concretar.
Lula atribuyó el desastre en España a los «devastadores» efectos de la crisis climática, que también ha golpeado de forma severa este año «a Brasil y a otros países».
En mayo pasado, un fenómeno similar, con fuertes precipitaciones por encima de la media histórica, arrasó el estado brasileño de Rio Grande do Sul (sur), donde murieron unas 180 personas y muchas ciudades, incluida Porto Alegre, la capital regional, quedaron anegadas por el agua durante semanas.
En este contexto, el jefe de Estado brasileño destacó que es necesario «más unidad» de la comunidad internacional para «frenar» el avance de la crisis climática.
«En nombre de los brasileños, expresó mi solidaridad al presidente del Gobierno Pedro Sánchez y a todo el pueblo español en este momento», añadió.
El líder progresista ha llamado en diversos foros internacionales a establecer una gobernanza global para cumplir de forma efectiva los acuerdos internacionales en materia climática.
«El planeta está cansado de metas de reducción de carbono y de auxilios a los países más pobres que nunca llegan», mientras que 2024 «va camino de ser el año más caliente de la historia moderna» y el mundo invierte «cada vez más en guerras», remarcó Lula en septiembre pasado durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.
EFE
