CARACAS.- Liverpool fulminó 0-3 al Manchester United en siete minutos doblegado por dos pérdidas de Casemiro, dos centros de Mohamed Salah y dos goles de Luis Díaz en el cuarto de hora final del primer tiempo para desatar su triunfo y sostener el pulso con Manchester City por la cima con un pleno de 9 puntos.
Del minuto 34 al 41, el conjunto de Arne Slot, efusivo en cada celebración por el valor que tiene ganar en Old Trafford (Liverpool solo lo ha hecho en 5 de las 21 últimas), finiquitó el partidos en sus dos primeros y únicos tiros a portería del primer tiempo ante la incredulidad del United, al que sobrepasó después.
Cierto que antes, allá por el minuto 6, por milímetros, había sido anulado un gol de Trent Alexander Arnold por fuera de juego y que el United tampoco le había creado nada de peligro, salvo un remate de Mazraoui ya con 0-1 en contra a Alisson Becket, tanto como que el Liverpool tampoco era superior en nada al United cuando tomó ventaja de repente.
En la foto del origen de los dos goles aparece Casemiro. Mientras asoma el uruguayo Manuel Ugarte, competencia directa para él, el medio centro brasileño perdió los dos balones de los dos primeros goles. El primero, sin matices, en un pase impreciso e inapropiado en su campo. El segundo, derrotado en la pugna por Luis Díaz. ¿Falta?
Las dos desembocaron en dos rápidas acciones del Liverpool, decididas las dos por Luis Díaz en sendos pases de Salah. El 0-1, con un centro desde la banda derecha para el remate en solitario del extremo colombiano. El 0-2, con un pase al área que Luis Díaz transformó en un golazo, con un derechazo magnífica, junto al poste, imposible para Onana, por más que se estiró. Dos tiros, dos goles y un peso ya insoportable para el United, sin ninguna opción.
Casemiro se quedó en la ducha al descanso. Lo cambió Erik Ten Hag por el joven Toby Collyer, ante su segundo encuentro con el primer equipo de los ‘Diablos Rojos’. No hubo reacción del equipo local. Lo aparentó con un tiro de Zirkzee, repelido por Alisson, pero entendió que la remontada era imposible, cuando Mohamed Salah anotó el 0-3. Tan solo era el minuto 53. Instantes después, el egipcio rozó el 0-4. Su tiro lo lanzó demasiado alto.
En la grada estaba Federico Chiesa, que comprobó la exigente competencia que tendrá por delante en su nueva aventura en el Liverpool, cuya cantidad de recursos para el asalto a cualquier título que se proponga quedó patente cuando sustituyó a Luis Díaz y entró en su lugar Cody Gakpo. Avisado está el Manchester City, con el que comparte el liderato.
EFE