KABUL.- El Gobierno de los talibanes elevó este domingo a 342 los muertos y a más de 600 los heridos en unas devastadoras inundaciones que han afectado a varias partes de Afganistán, donde autoridades y organizaciones no gubernamentales trabajan a contrarreloj para repartir ayuda.
La mayoría de las víctimas mortales se concentran en la provincia norteña de Baghlan, con 315 fallecidos en distintas zonas de la región, afirmó el Ministerio de Refugiados y Repatriación en un comunicado.
En medio del caos desatado por días de lluvias incesantes y unas inundaciones que sepultaron poblados enteros y destruyeron infraestructuras clave, como puentes y carreteras, los talibanes han afirmado que el número de víctimas podría seguir aumentando.
«Teniendo en cuenta el número de víctimas y de pérdidas en las inundaciones, un gran número de personas en Baghlan y en otras provincias como Badakhshan o Takhar (…) necesitan ayuda humanitaria urgente», señaló el Ministerio.
Los equipos de gestión de desastres bajo el mando de los talibanes, que se hicieron con el control del país en agosto de 2021, están repartiendo tiendas de campaña y comida a los supervivientes.
El Programa de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) en Afganistán afirmó que la mayor parte de la provincia de Baghlan es inaccesible con camiones.
«La PMA ha tenido que recurrir a cualquier alternativa para hacer llegar comida a los supervivientes, que lo han perdido todo», dijo en la red social X la agencia de la ONU, mostrando burros cargados con sacos de harina.
Algunos habitantes locales criticaron la respuesta gubernamental y de las organizaciones internacionales, muchas de las cuales han reducido su presencia significativamente en Afganistán.
«Hasta ahora solo hemos recibido agua potable, y los equipos de rescate del Gobierno de los talibanes están trabajando en la zona, pero no hay ninguna otra institución que al menos dé comida a la gente necesitada», dijo a EFE Qais Muhraeen, un residente del distrito de Burka, en Baghlan.
Muhraeen señaló que las lluvias dieron un respiro este domingo a la zona, facilitando las labores de rescate.
Afganistán es uno de los más vulnerables del mundo al cambio climático y el menos preparado para adaptarse, de acuerdo con un informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), a lo que se suma la interrupción de buena parte de las ayudas internacionales y la congelación de los fondos del país tras el retorno de los talibanes al poder.
En julio de 2021, al menos 260 personas murieron tras una serie de inundaciones causadas por las intensas lluvias en la región de Nuristán, controlada entonces por los talibanes a pesar de que todavía no se habían hecho con el control del país.
EFE