Los líderes del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) condenaron hoy la “agresión militar ilegal israelí” en la Franja de Gaza y exigieron reformas de organizaciones internacionales como la ONU, en la clausura de la XIX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno celebrada en Kampala.
“Condenamos enérgicamente la agresión militar ilegal israelí contra la Franja de Gaza, los ataques indiscriminados contra los civiles y los bienes palestinos, el desplazamiento forzado de la población palestina”, afirmaron en el comunicado final de la reunión en la capital de Uganda.
“Pedimos, además, un alto al fuego humanitario inmediato y duradero”, subrayaron los líderes del MNOAL en la llamada ‘Declaración de Kampala’.
Una solución de dos Estados
La guerra en Gaza ha marcado esta cumbre con numerosos llamamientos de unidad para que el grupo exija el fin de las hostilidades y apoye la independencia del Estado de Palestina.
La declaración final de la reunión, que empezó este viernes, se posicionó en ese sentido, pues el MNOAL rechazó “el colonialismo, la ocupación y la dominación del Territorio Palestino”.
“Reiteramos la necesidad de lograr avances sustanciales y urgentes para conseguir el final de la ocupación israelí, incluida la independencia y soberanía del Estado de Palestina, con Jerusalén Este como su capital, para alcanzar una solución de dos Estados”, señaló el documento.
El Movimiento también reafirmó su apoyo a que «el Estado de Palestina sea admitido como Estado miembro de las Naciones Unidas para ocupar el lugar que le corresponde entre la comunidad de naciones».
Igualmente, el secretario general de la ONU, António Guterres, participó en la ceremonia de clausura con un discurso en el que calificó de “inaceptable” la negativa del Gobierno de Israel a admitir la creación de un Estado palestino.
El MNOAL emitió esta declaración después de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, expresase el pasado jueves a Estados Unidos su oposición a la creación de un Estado palestino tras la guerra de Gaza, una iniciativa que la Casa Blanca propuso para resolver las tensiones de la región.
La guerra entre Israel y Hamás estalló el 7 de octubre tras un ataque de este grupo islamista palestino, que se saldó con 1.200 muertos en territorio israelí y la toma como rehenes de al menos 240 personas.
Desde entonces, la ofensiva militar israelí contra Gaza ha causado más de 24.600 muertes confirmadas entre los palestinos, incluidos miles de niños, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
Se calcula que unas 8.000 personas están sepultadas y muertas bajo escombros de edificios destruidos, en un paisaje de devastación sin precedentes que, según expertos, no se veía prácticamente desde la II Guerra Mundial (1939-1945).
Entre las filas del Ejército israelí también murieron 194 soldados desde el inicio de la invasión terrestre de la Franja, el 27 de octubre, mientras que la crisis humanitaria se va agravando por la escasez de comida, agua potable, suministros básicos o combustible.
EFE