martes, septiembre 17, 2024
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Los independentistas catalanes propician dos serios reveses al Gobierno español

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MADRID.- El día en que se celebra el primer aniversario de las elecciones españolas que ratificaron en el poder a los socialistas, los independentistas de Cataluña propinaron dos serios reveses al Gobierno de Pedro Sánchez al provocar el rechazo del Congreso a los objetivos de estabilidad y a la reforma de la ley de Extranjería.

Las dificultades para sacar adelante la modificación de la Ley de Extranjería en relación con el reparto entre las comunidades de menores migrantes ya se habían venido poniendo de manifiesto, y el Ejecutivo había presionado a los conservadores del Partido Popular para que al menos con una abstención hiciera posible que esta iniciativa prosperara.

Pero el Partido Popular no dio al Gobierno el oxígeno que necesitaba y, tras lamentar que no se aceptaran las condiciones que ponía para facilitar la reforma, votó en contra.

Los independentistas de Junts también y eso derivó en un rechazo a la proposición de ley por parte del Congreso que ya se tenía asumido en las filas socialistas aunque se intentó negociar hasta el último momento.

Ahora el Gobierno debe decidir si pone en marcha un plan B para hacer frente a la situación de los menores migrantes.

Lo que pilló por sorpresa al Ejecutivo fue que la formación de Carles Puigdemont anunciara que votaría en contra de la senda de estabilidad, lo que implica la devolución de las metas de déficit y deuda así como del techo de gasto de 2025.

La justificación para que los siete diputados de Junts no apoyaran la senda de estabilidad fue la baja ejecución de presupuestos anteriores en Cataluña, pero entre los socialistas llama la atención el hecho de que ese rechazo se haya anunciado apenas unas horas después de que se conociera que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, se reunirá este miércoles en Barcelona con el presidente catalán Pere Aragonès, líder de otra formación independentista, ERC, rival de Junts.

Tanto el Gobierno español como el catalán desvincularon ese encuentro de las negociaciones para intentar cerrar un acuerdo que permita la investidura del socialista Salvador Illa como presidente de Cataluña.

Pese a ello, fuentes socialistas admiten que Junts puede haber querido hacer patente en esta jornada el poder de sus votos.

Puigdemont sigue aspirando a hacerse con la Presidencia de Cataluña (aunque eso pasaría al menos por una abstención de los socialistas que estos rechazaron), y, si no es posible, apuesta por una repetición de los comicios en Cataluña.

Junts evidenció por tanto otra vez, como ya ocurrió por ejemplo al impedir en un primer momento que prosperara la ley de amnistía, que es decisivo para que salgan adelante las iniciativas del Gobierno español.

Todo ello en una jornada en la que se cumplía un año de las elecciones y en la que el presidente del Gobierno español celebró los avances, la libertad y la igualdad logrados en este periodo.

El Ejecutivo afirma que esa es la senda que quiere seguir recorriendo pese al nuevo toque de atención de Junts y está convencido de que la legislatura sigue teniendo recorrido.

No opinan lo mismo los conservadores del PP, cuya secretaria general, Cuca Gamarra, considera que, tras las derrotas de este martes, el tiempo de Sánchez terminó.

EFE

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