CARACAS.- Liverpool y Chelsea se deshicieron entre nervios. Este sábado llevaron su partido al límite de la tensión y no pasaron del empate sin goles.
Distanciados a 19 puntos del Arsenal, el líder, a ambos les urgían los tres puntos para recuperar sensaciones.
Por eso, brindaron un partido vibrante, nervioso y por momentos caótico de área a área y con numerosas imprecisiones.
Amenazó más en la primera mitad el Chelsea. El VAR le anuló un gol de Kai Havertz por fuera de juego en el minuto 3, quien, media hora después, vio cómo Alisson le sacó sobre la línea un remate de cabeza de Benoit Badiashile en el área pequeña.
Pero el Liverpool recuperó el control antes del descanso, aunque solo se acercó con algo de peligro por medio de Cody Gakpo, su fichaje estrella.
Animado por ese final del primer tiempo, el conjunto de Klopp, que celebraba su partido 1,000 como DT, cargó con todo a la vuelta del vestuario.
Encerró en su campo a los «blues» y remató en los diez primeros minutos del segundo tiempo más que en los tres cuartos de hora previos.
Tanto asustó el Liverpool, que Graham Potter recurrió a Mykhailo Mudryk, estrella por la que el Chelsea le pagó 100 millones de euros al Shakhtar Donetsk.
El ucraniano no necesitó mucho tiempo para demostrar por qué es una de las grandes promesas del fútbol europeo y, en 10 minutos, firmó la primera ocasión ‘blue’.
Ya con Darwin Núñez en el campo, Liverpool y Chelsea anunciaron más peligro que eficacia en las áreas y no encontraron el gol.
Klopp se desesperaba en la banda, incapaz de encontrar la fórmula que le permitiese festejar con un triunfo su partido mil.
La cita de febrero contra el Real Madrid por la Liga de Campeones, ahora adquiere una importancia vital para enderezar la campaña del conjunto «red».
EFE
