WASHINGOTN.- Sólo quedan unas 40 orcas ibéricas asesinas y sus embates con el timón de las naves, cada vez más frecuentes e intensos, no son una agresión sino un juego rudo, después de haber sufrido el acoso de la flota pesquera, explicó este martes a EFE la bióloga marina Naomi Rose, del Instituto de Bienestar Animal.
«Desde mayo de 2020 han habido al menos 673 interacciones documentadas entre estas orcas, que son los depredadores más oceánicos más poderosos, y embarcaciones», dijo en una entrevista Rose, quien en agosto participó en Madrid en un seminario internacional sobre estos animales.
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«Pero ese comportamiento tiene más en común con un juego recio que con la agresión», añadió la científica. «Una vez que rompen el timón juegan con los pedazos y luego se van. En todo ese período sólo han causado el hundimiento de siete naves».
En la mayoría de los incidentes documentados una manada de orcas ha golpeado el timón de naves pequeñas y luego se ha alejado a gran velocidad. No hay informes de ataque de las orcas a las personas a bordo de las embarcaciones.
«Esas orcas, que son una población marina en peligro crítico, son muy inteligentes. Si quisieran hundir el bote lo harían, pero la meta parece ser el embate con el timón y sólo en el 20 % de los incidentes han dañado la nave dejándola incapacitada para navegar».
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EFE