LISBOA.- La Lisboa Games Week, la mayor feria de videojuegos de Portugal, que se celebra hasta el domingo, reúne a miles de jugadores y desarrolladores de videojuegos con el espíritu de derribar los prejuicios que todavía existen sobre este sector y las personas que les dedican su tiempo libre.
En su novena edición la muestra quiere, además, poner en valor la cultura que rodea a los videojuegos y servir de plataforma para los desarrolladores independientes.
«Cuando uno vuelve a casa después de un día de escuela o trabajo y quiere jugar, lo hace solo, aunque esté en línea. Pero los videojuegos son algo comunitario e intergeneracional. Al caminar por este espacio uno puede ver que hay un sentido de comunidad, de que la gente está junta», explicó a EFE el coordinador del evento, Luis Leão.
Para impulsar este espíritu integrador, el espacio se divide en distintas áreas que abarcan desde los juegos de mesa hasta los retro, pasando por los ‘e-sports’ (deportes electrónicos), los videojuegos comerciales y el ‘cosplay’ (la acción de disfrazarse de personajes de personajes de ficción), entre otros.
Leão dijo que el objetivo es que todo «el mundo se sienta cómodo y encuentre su sitio, independientemente de sus gustos o su edad».
«Es muy bonito ver cómo en días como estos estamos todos juntos, ya sea alrededor de una mesa jugando a las cartas, con una máquina retro de hace 20 o 30 años o codo con codo delante de una PlayStation o una XBOX», añadió el responsable.
EFE