Roma.- Kvaratskhelia y Osimhen son la viva imagen del todopoderoso Nápoli. Son sus estrellas indiscutibles y las figuras en las que sus compañeros se apoyan en momentos de dificultad. Este domingo, con un tanto y un doblete, respectivamente, afianzaron el liderato de un equipo que ya saborea el Scudetto.
Faltan exactamente cuatro meses para que finalice la Serie A, pero si todo sigue así, ya tiene un campeón. Y Victor Osimhen y Jvicha ‘Kvara’ son los principales culpables de que así sea. Con goles, asistencias y apareciendo en los momentos claves han elevado a lo más alto al conjunto partenopeo, que, a falta del partido del Inter, aumentó su colchón de puntos a 16. Una distancia prácticamente insalvable.
El Nápoli además viaja ya en velocidad crucero. Sabe perfectamente a lo que juega, impone su estilo, marca el ritmo del partido a su antojo y, por si fuera poco, sabe sufrir cuando toca. Ante el Spezia no pasó apuros en ningún momento, pero no fue capaz de abrir el marcador en la primera mitad.
Necesitado de puntos para alejarse del descenso, el conjunto local plantó un muro en defensa y no cruzó el centro del campo con el balón controlado, esperando una oportunidad a la contra que nunca llegó.
La estrategia del Spezia, que hasta ese momento estaba siendo más que efectiva, se vino abajo tan solo diez segundos después de empezar el segundo acto gracias a una mano más que evitable de Reca, que perdió de vista el balón y, en su intento de cuerpear con Politano, extendió los brazos cometiendo el penalti que descorchó la botella de los ‘azzurri’.
Convirtió desde los once metros ‘Kvara’ y desde entonces todo fue rodado. Se liberó el Nápoli de la tensión. Osimhen hizo el segundo de cabeza, elevándose por encima de los puños de Dragowski y dejó el partido sentenciado. Durmió el partido el Nápoli, pero se encontró con un tercer regalo de la zaga del Spezia que no pudo desaprovechar.
Un intento de salida de balón del Spezia, soportando todo el encuentro la presión alta del Nápoli, terminó con ‘Kvara’ delante del portero sin oposición.
Parecía que iba a definir, pero decidió esperar a Osimhen para regalarle el doblete al máximo goleador del campeonato con 16 dianas, en un gol que fue el fiel reflejo de lo que es este Nápoli en el que el grupo está por encima de lo individual, en el que todos son conscientes de que la única manera de hacer historia, de obrar la hazaña, es remando juntos en la misma dirección.
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EFE