Kessié sentenció el Clásico y LaLiga en favor del Barcelona

Momento del festejo culé por la anotación de Frack Kessié para darle el triunfo al Barca. Foto: cortesía

Barcelona.- Franck Kessié le dio el triunfo 2-1 al Barcelona en un clásico vibrante frente al Real Madrid, que dejó sentenciado el título para los culés.

Fue un encuentro con muchísimas alternativas. El líder, que tuvo que remontar el gol de Araújo en contra, combinó momentos de buen fútbol con otros de resistencia en su área. El Real Madrid quedó a doce puntos de distancia del líder sin ninguna esperanza de remontar LaLiga.

En un Spotify Camp Nou vestido de gala, Xavi apostó por Sergi Roberto, uno de los protagonistas inesperados del partido, como cuarto centrocampista. A diferencia de los últimos encuentros, no echó tanto de menos a Pedri ante un Real Madrid que repetía la alineación con la que le ganó al Liverpool.

Los visitantes salieron victoriosos tras nueve primeros minutos eléctricos, intensos, vibrantes. Fútbol de quilates. Un ida y vuelta con un Barcelona agresivo en la presión y un Vinicius que no se escondía ante Araújo.

En el toma y dame inicial, Benzema avisó primero con un disparo lejano que atajó sin problemas Ter Stegen. Pero Courtois se lució más, el mejor junto a Vinicius en el primer tiempo, en dos llegadas consecutivas del equipo. El belga resolvió con sus manoplas un latigazo de Lewandowski y un cabezazo de Raphinha.

La hiperactividad de Gavi en la presión le mostraba el camino al Barça que, cuando parecía que mejor andaba, vio cómo Vinicius se emparejaba en la derecha con Busquets. Se zafó de la marca del centrocampista, centró y el balón impactó levemente en su pareja habitual de baile, Araújo. La trayectoria despistó a Ter Stegen y el esférico rozó con el palo antes de besar la red.

Aparecía la magia de Vini Jr. El brasileño marcó la diferencia situando 0-1 para el Real Madrid, que tras el gol encadenó unos buenos minutos con el balón. La Casa Blanca se aprovechó de la desconexión del conjunto azulgrana, que estaba algo aturdido tras el primer golpe que le propinó su rival.

Pero no supo o no quiso aprovecharse el equipo de Carlo Ancelotti del estado de gracia de ‘Vini’ para hurgar en la herida de los locales. El Barcelona, poco a poco, recobró las buenas sensaciones que exhibieron en los primeros nueve minutos.

Amenazaba el cuadro culé a balón parado y con un inspirado Raphinha, que estaba muy activo trazando diagonales. El duelo en la banda derecha entre el brasileño y Nacho fue muy intenso. El internacional carioca rozó el tanto con un cañonazo, que Courtois desvió con la yema de los dedos.

Antes del descanso, el clásico fue azulgrana. Kross y Modric no aparecían en la medular y el Madrid esperaba encerrado en su área a la espera de rematar a la contra.

Fue entonces cuando los de Xavi Hernández obtuvieron el merecido premio del empate. Lo probó primero Raphinha y, tras múltiples rechaces, el balón cayó a los pies de Sergi Roberto. El español se ganó el clamor del público al disparar una rosquita con el interior del pie derecho que acabo en la red.

Quedaba todo abierto para el segundo tiempo, que fue una fotocopia de los primeros compases del encuentro. Mordía, de nuevo, el equipo blanco con Vinicius poniendo a prueba a su sombra uruguaya y no renunciaban a la presión los azulgranas para buscar las cosquillas de su rival.

Pese a que parecía que el partido lo domaba el Barça con el balón, el Real Madrid no estaba ni mucho menos fuera del mismo. Esperaban su momento los blancos, ya fuera en una pérdida de Busquets en la construcción o en alguna contra de un liberado Vinicius.

Pero las mejores llegadas las firmaron los locales con Lewandowski, pero el polaco tenía el revólver encasquillado. Rozó el palo con un disparo raso, no pudo conectar el balón con potencia en un remate acrobático y envió otro balón cerca de la portería. También Raphina volvió a probar a Courtois.

Movió el árbol Ancelotti en el minuto 60 con las entradas de Rodrygo y Mendy. El brasileño se situó en la media punta y lo agradeció su equipo, que pisó con más el área rival. Aunque no conseguía rematar las llegadas de Vinicius y Benzema.

Con todo abierto, Ancelotti fue a por el partido dándole entrada a Asensio, Tchouaméni y Ceballos. Salieron en el minuto 77 y el partido volvió a ser un correcalles. Cuatro minutos tardó el Real Madrid en anotar un gol. Fue en una transición ejecutada por Asensio que el VAR anuló, tras dos minutos de deliberación, por fuera de juego del mallorquín.

El campeón de Europa asediaba la portería azulgrana. Los locales perdieron el control del balón y sacaban cómo podían el agua del bote salvavidas al que tantas veces se ha subido esta temporada.

Cuando más difícil parecía para los locales, un taconazo de Lewandowski habilitó a Balde, que centró raso al área, donde estaba Kessié. El marfileño acabó siendo el héroe del partido y, quizá, uno de los protagonistas del Barcelona en una Liga que cada vez tiene más color azulgrana.

EFE