PARÍS.- Nikola Jokic, pívot de Denver Nuggets, sacó a pasear los galones de gran estrella del baloncesto mundial para rematar en la prórroga la remontada que protagonizó Serbia ante Australia (95-90) después de ir perdiendo mediado el segundo cuarto hasta por 24 puntos.
De esta manera, Jokic y sus compañeros acceden a las semifinales de los Juegos Olímpicos de París, en las que su rival puede ser Estados Unidos si se deshace en el último choque de los cuartos de final de Brasil.
Dos canastas casi seguidas de la estrella de la NBA, acompañadas por varias acciones determinantes en defensa, permitieron al equipo de Svetislav Pesic sacar adelante un partido que tuvo perdido, víctima de un inicio infame y del acierto de un estelar Patty Mills.
Jokic y compañía, al más puro estilo clásico del baloncesto balcánico, negaron rendición. Bajo la batuta del pívot fueron paulatinamente desperezándose, encontrándose a sí mismos. Mermaron su desventaja al descanso (42-54) y prolongaron su reacción para encarar el último parcial ya en ventaja (67-65).
Era un partido nuevo, en el que Serbia llegaba crecida por su reacción,pero tampoco consiguió despegarse. Llegó al útimo minuto con un punto de ventaja, que mantuvo hasta el último instante, pero Mills, incombustible, forzó la prórroga con un tiro pese a la oposición de Jokic.
En el tiempo añadido cobró, si cabe, más protagonismo Jokic. Ejerció de comandante, de jefe de la escuadra serbia, con sus acciones decisivas atrás y sus dos canastas seguidas liquidó a Australia y metió a Serbia en la semifinal muy probablemente ante Estados Unidos.
EFE