ROMA.- Las grandes ciudades italianas contarán en Nochevieja con «zonas rojas» en las que estará prohibida la presencia de «sujetos peligrosos o con antecedentes penales», una medida ya implementada en Florencia y Bolonia (norte) y también adoptada por Milán para esta última noche del año.
El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, ha enviado «una directiva a los prefectos (delegados del Gobierno) para subrayar la importancia de identificar, con ordenanzas especiales, las zonas urbanas en las que prohibir la presencia de sujetos peligrosos o con antecedentes penales, y poder ordenar su expulsión», según el Ministerio.
La polémica medida, a la que se oponen algunos juristas, «ha dado resultados positivos en el curso de su primera aplicación en Florencia y Bolonia», donde en conjunto, en los últimos 3 meses, se controló a 14.000 personas, de las que 105 recibieron medidas de expulsión.
El anuncio supone un respaldo explícito a la decisión del comité de orden y seguridad de Milán, que hace unos días emitió una ordenanza que establece a partir de hoy, y durante tres meses, ‘zonas rojas’ alrededor del Duomo, la catedral milanesa, y otras zonas céntricas, además de las principales estaciones.
Esta medida ya provocó las protestas de los abogados penalistas de Milán, que aseguraron que «comprime derechos protegidos por la Constitución» y se mostraron preocupados por «una especie de presunción de peligrosidad para los jóvenes extracomunitarios de segunda generación», según los medios.
Interior, sin embargo, afirma que «el uso de las llamadas ‘zonas rojas’ forma parte de una estrategia más amplia para garantizar la protección de la seguridad urbana y la plena utilización de los espacios públicos por parte de los ciudadanos» y es «especialmente útil en contextos caracterizados por fenómenos de delincuencia generalizada», como las estaciones de tren y sus aledaños, así como los lugares de venta de drogas.
Las medidas también se pueden aplicar en las zonas con locales de diversión, «caracterizadas por una alta concentración de personas y actividades comerciales y donde a menudo se registran episodios de microdelincuencia (robos, atracos), violencia (peleas, agresiones), vandalismo, abuso de alcohol».
«En la víspera de Año Nuevo, la aplicación de las ‘zonas rojas’ es también un instrumento eficaz para reforzar los controles en las áreas de mayor afluencia, incluso con ocasión de los numerosos espectáculos y manifestaciones previstas», concluye el ministerio.
EFE