Roma.- Con un empate 1-1 en el Giuseppe Meazza, Inter de Milán y Nápoli dejaron todo abierto en la parte alta de una Serie A cada vez más poblada con los seis primeros equipos de la tabla aglutinados en solo 2 puntos de diferencia.
En un duelo cargado de tensión, con muchos reencuentros de por medio, como la vuelta de Lukaku y Antonio Conte al recinto que fue su casa en el pasado o el enfrentamiento de Zielinski con el equipo que levantó el ‘Scudetto’, el empate dejó insatisfechos a ambos conjuntos, aunque más al Inter porque se quedó sin liderato, en poder todavía del Nápoli. Calhanoglu erró un penalti y Simeone tuvo un gol en el tiempo añadido.
Los partenopeos se adelantaron en el marcador, pero Inter fue el que tuvo más oportunidades, especialmente en una segunda mitad en la que Dimarco se estrelló con la madera y Calhanoglu erró su primer penalti desde que está en la Serie A, poniendo fin a una racha de 17 penaltis seguidos anotados.
Fue un partido digno de los dos últimos campeones del ‘Scudetto’. De poder a poder, con los mejores onces disponibles y con toda la intensidad de por medio. Salió más convencido el Nápoli y, después de un tímido acercamiento de Kvaratskhelia, al que respondió poco después Barella con un disparo lejano, llegó el primer tanto del partido.
Llegó en una jugada a balón parado. Botó ‘Kvara’, prolongó con el interior de su pie Rrahmani y desvió casi bajo palos McTominay para silenciar San Siro. Le tenía tomada la medida Conte a su exequipo y Inter tardó en encontrar una solución al sistema defensivo del Nápoli.
Pero jugadores como Calhanoglu lo hacen todo más fácil. El turco, uno de los pesos pesados del equipo, un jugador con un golpeo exquisito, se encontró en una posición privilegiada para sacar su pierna a pasear. En la frontal, solo, con ángulo perfecto. Lanzó un misil que Meret llegó a tocar, pero que acabó poniendo el empate en el marcador justo antes del descanso, con un golpe de autoridad en San Siro.
El gol mareó al Nápoli y Inter saltó tras el descanso más fresco, más convencido. Empezó a atacar con más facilidad y Dimarco rozó el que hubiera sido su regalo de cumpleaños perfecto. Pero el palo escupió su disparo.
Inter mantuvo la energía y en una presión alta, Barella consiguió rascar un balón para dejarlo suelto en el área. Pelearon Anguissa y Dumfries y el colegiado vio un penalti que nadie en Nápoli hubiera pitado.
Un contacto demasiado ligero que benefició al actual campeón. Pero pasó lo que parecía impensable. Calhanoglu ajustó demasiado y estrelló su disparo en el palo.
Ya al final del choque, con el partido casi temrinado, Simeone no aprovechó la gran asistencia de Ngonge, que le dejó una balón manso en el punto de penalti. Su ejecución se fue arriba por muy poco. Inter y Nápoli firmaron un empate justo. Lo dejaron todo abierto. El líder sigue siendo el Nápoles con 26 puntos. Y con 25 están Atalanta, Fiorentina, Inter y Lazio. Con 24, la ‘Juve’. Nadie manda con claridad en Italia.
EFE