Inter acaricia el ‘Scudetto’ con una victoria de campeón

Foto cortesía: EFE

Roma.- Inter demostró este lunes que no necesita ser claramente superior para ganar sus partidos y, con juego gris, remontaron ante Udinese para triunfar 1-2, además de acariciar el ‘Scudetto’.

Desde la derrota en el Metropolitano ante Atlético de Madrid en la Champions, el Inter es menos Inter. Ha perdido efectividad arriba, calidad en el último pase y solvencia defensiva. Sigue siendo con diferencia el mejor equipo de Italia y tiene el ‘Scudetto’ en su mano, cuestión de tiempo.

Y esta sufrida victoria ante un equipo que intenta escapar del descenso fue un alivio, una nueva prueba de autoconfianza para celebrar un paso de gigante con un agónico triunfo que selló Fratessi en el minuto 95.

Porque tras los 97 minutos que duró el duelo, el Inter, sea como fuere, mantiene los 14 puntos de ventaja sobre Milan, todavía con mucho margen para ganar el campeonato y bordar su segunda estrella, la que representará el título de la Serie A número 20, señalando más todavía la fecha deseada para la sentencia, fijada por los interistas en el próximo 22 de abril, en el ‘Derby de Milano’ ante Milan.

Un penalti y un gol de rechace fueron la única manera que tuvo el Inter de colarse en el área de un Udinese bien plantado, que resistió las numerosas acometidas del líder y que a punto estuvo de llevarse un valioso botín para su objetivo.

Una recompensa que, curiosamente, rozó gracias al tanto inicial del serbio Lazar Samardzic, un jugador que en verano estaba «fichado» por el Inter, pero cuya operación de traspaso se cayó en las últimas horas con el jugador ya en Milán para firmar el contrato.

El centrocampista zurdo lanzó un centro raso desde la esquina del área que nadie despejó. El balón se coló lentamente, manso, sin oposición, en la meta de Sommer.

No tuvo tiempo de reaccionar el equipo de Simone Inzaghi en el primer acto, pero salió con otro ritmo en el segundo.

Nada más comenzar marcó territorio con un gol en el que el VAR intervino por fuera de juego pero no por una mano clara previa de la zaga del Udinese, muy protestada por los interistas.

Solo una mala salida del meta de los locales, Maduka Okoye, desatascó al Inter. Impactó con sus puños en Marcus Thuram y Hakan Calhanoglu, que no ha fallado en toda su etapa en Inter, puso el empate de penalti.

El partido cambió radicalmente. El Inter creyó en la remontada y el Udinese se encerró. Solo una salida a la contra aislada, solventada en el último suspiro por el armenio Henrik Mkhitaryan, puso en aprietos a Sommer.

Pero el gol del Inter se resistía. No conseguía deshacer el entramado defensivo de los de Údine. Solo centros laterales fáciles para la zaga. Movió el banquillo Inzahi y dio entrada a Frattesi y al austríaco Marko Arnautovic, claves en el desenlace.

Porque cuando se acercaba el pitido final, en una maraña de piernas en la frontal del área, Arnautovic puso calma y calidad para sacar un tacón que dejó el balón perfecto al argentino Lautaro Martínez. Disparó el capitán, pero se estrelló con la madera. Solo Frattesi creyó en un rechace y el balón le correspondió acudiendo a su pie manso para que definiera a puerta vacía.

Inter ya saborea el ‘Scudetto’. Si gana al Clagliari la próxima jornada, podrá levantar el título en San Siro y ante Milan.

EFE