REDACCIÓN DEPORTES.- La selección de Inglaterra consiguió este lunes su billete para los cuartos de final del Mundial femenino de Australia y Nueva Zelanda al salir vencedora de la tanda de penaltis contra Nigeria por 4-2, después de acabar el partido con empate a cero y una jugadora menos sobre el terreno de juego.
Porque si bien las actuales campeonas de Europa avanzan a la siguiente ronda, lo hacen tras un choque que no dominaron, en el que las africanas desarbolaron, sobre todo en la primera parte, la estrategia de Sarina Wiegman-Glotzbach, y que les priva para el siguiente encuentro de la competición al recibir una roja directa a una de sus futbolista clave, Lauren James.
Inglaterra buscó dominar el esférico desde un inicio, como en los encuentros ya disputados del presente Mundial, y si bien mantuvo en gran medida la posesión, no conseguía crear peligro y romper líneas entre la defensa verde.
Todo lo contrario que las nigerianas, que tras cada recuperación del esférico automáticamente buscaban las espaldas de las jugadoras de banda inglesas con Ifeoma Onumonu y Rasheedat Ajibade, o con los desbordamientos de Michelle Alozie y Ashleigh Plumptre.
Unos penaltis, perdidos por Nigeria tras fallar sus dos primeros intentos, en los que no compareció la barcelonista Keira Walsh, reemplazada al borde de la tanda tras pasar desapercibida a lo largo de los 120 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, algo preocupante para una de las que se supone anclas de su selección, y más ante la baja de James en los cuartos de final.
EFE