GINEBRA.- Al menos 4.200 civiles fueron asesinados en 2024 en el contexto de la guerra civil sudanesa, denunció un informe publicado este martes por la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos que resalta los graves abusos cometidos por todos los bandos mientras el conflicto iniciado en la capital Jartum en 2023 se extiende a cada vez más regiones del país.
Muchos de esos abusos, tales como ejecuciones sumarias, violencia sexual o ataques a infraestructuras civiles, «podrían constituir crímenes de guerra y deben ser investigados de forma pronta e independiente», subrayó el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Voker Türk, al presentarse el informe.
El documento recomienda, en línea con lo antes expresado por otros expertos de la ONU en derechos humanos, extender el embargo de armas internacional contra las facciones en conflicto a todo el país, dado que actualmente sólo cubre la región occidental de Darfur.
La oficina del alto comisionado recoge en el informe al menos 120 casos de violencia sexual en los primeros 18 meses del conflicto, decenas de ellos con niñas como víctimas.
«El persistente uso de la violencia sexual como arma en Sudán es terrible, y deben tomarse medidas urgentes por parte de los bandos combatientes para poner fin a esta práctica y que los perpetradores respondan ante la justicia», señaló Türk.
Otros abusos denunciados por el informe incluyen el uso extendido de desapariciones forzadas y una represión generalizada de la sociedad civil, ejemplificada por los asesinatos de al menos 12 periodistas y numerosos ataques a activistas de derechos humanos.
El informe también destaca los frecuentes ataques contra áreas densamente pobladas, campamentos de desplazados, instalaciones sanitarias, mercados y escuelas.
El conflicto entre el ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido, iniciado en abril de 2023, ha obligado a unos 12 millones de personas a abandonar sus hogares, lo que ha convertido al país en el escenario de la peor crisis de desplazados del planeta, según Naciones Unidas.
EFE