REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Europa lleva menos de 15 días de invierno, pero buena parte del continente ha comenzado el año con temperaturas más propias de la primavera, desde Bilbao, al norte de España, con 25 grados, hasta Moscú, con 5 grados de día y 6 por la noche, que pueden parecer pocos, pero que no se habían visto en estas fechas desde que hay registros, en 1879.
Anomalías térmicas que han afectado a gran parte del continente, con temperaturas entre 5 y 15 grados por encima de lo normal para esta época del año.
Moscú batió su récord este 1 de enero, según la oficina meteorológica local, y también se dispararon los termómetros en la segunda ciudad rusa, San Petersburgo, donde el primer día del año sorprendió con 4,5 grados de calor, algo nunca visto en la antigua capital zarista.
En la vecina Bielorrusia, el mercurio hizo historia y llegó a los 16 grados (registrados en Brest, en la frontera con Polonia).
Sin embargo, este insólito calor no durará mucho y en los próximos días está previsto que la temperatura baje drásticamente en la parte europea de Rusia y llegue a 20 grados bajo cero durante el día y a casi 30 bajo cero por la noche, según el pronóstico del próximo fin de semana en Moscú.
En Francia, el final de 2022 (un año récord en términos globales por la temperatura) y el comienzo de 2023 ha sido particularmente cálido, aunque la situación se está moderando a partir de este martes y la anomalía térmica positiva el resto de la semana ya no va a ser tan exagerada, pero sí significativa.
EFE