MOSCÚ.- El secretario general de la ONU, António Guterres, visitó este martes un centro de acogida a refugiados ucranianos en Moldavia, que se ha convertido en uno de los principales destinos de las personas que huyen de zonas de combate en Ucrania.
«Visité un centro, donde al llegar (los refugiados) pueden acceder a servicios como asistencia jurídica y asistencia médica», escribió Guterres en Twitter, donde también publicó varias imágenes de la visita.
Agradeció asimismo a la gente de Moldavia y a los trabajadores de la ONU por su labor para el funcionamiento del centro y por «hacerlo posible».
Horas antes, el secretario general se entrevistó con la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, quien ayer canceló su comparecencia ante los medios de comunicación por motivos de salud.
Guterres destacó «la generosidad y la solidaridad» del pueblo moldavo con los refugiados ucranianos y aseguró que «la ONU está aumentando su apoyo» al país para que pueda hacer frente a esta «crisis humanitaria».
Sandu agregó en Facebook que había abordado con Guterres un programa de cooperación con la ONU que establece las prioridades para los próximos cinco años y está destinado a fomentar el Estado de derecho, la democracia y el nivel de la vida de la población.
La víspera, al iniciar su visita a Moldavia, Guterres llamó a Rusia y Ucrania a agilizar las negociaciones para lograr un arreglo pacífico al actual conflicto en línea con el derecho internacional.
«Llamo a Rusia y Ucrania a activar los esfuerzos diplomáticos a través del diálogo con el fin de lograr urgentemente un arreglo negociado. Las pistolas deben callar», dijo en rueda de prensa conjunta con la primera ministra moldava, Natalia Gavrilita.
El diplomático portugués instó a Rusia a poner fin a sus acciones militares en el país vecino, expresó su «profunda preocupación» por la continuación y posible propagación del conflicto, y consideró inimaginables las consecuencias de una escalada en Ucrania.
Después de que un general ruso reconociera que Moscú se plantea acceder a la frontera con la región separatista moldava de Transnistria, Guterres defendió la integridad territorial de Moldavia.
«La soberanía, independencia e integridad territorial de Moldavia, además del sólido progreso logrado en las últimas tres décadas, no deben ser ni amenazadas ni socavadas», resaltó.
También llamó a la comunidad internacional a ayudar a Chisinau a afrontar el aluvión de refugiados, que el Gobierno estima ahora en casi 100.000.
Este país ha acogido proporcionalmente el mayor número de refugiados ucranianos -casi medio millón de personas-, en relación con su población, que no llega a los 3 millones.
«Es con diferencia el país más afectado por la guerra. Ha tenido un impacto devastador en su economía», dijo y recordó que Moldavia es un país sin salida al mar y que no es miembro de la Unión Europa.
EFE
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