miércoles, abril 17, 2024
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Griezmann le dio oxígeno al Atlético

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Madrid.- Con la inspiración de Antoine Griezmann y Álvaro Morata, el Atlético de Madrid resolvió su partido contra el Valladolid por 3-0 para relanzar al equipo rojiblanco rumbo al derbi de la Copa del Rey.

El bloque de Diego Simeone ganó como hace mucho no se le recordaba por el Metropolitano. Una tarde tranquila. De una forma cómoda. Un partido y una victoria redonda.

Y con la contundencia que tanto extrañaba para pensar en la clasificación en la Liga de Campeones o para creer en la Copa del Rey. El jueves, el Real Madrid.

Tan productiva fue la victoria del Atlético, que noqueó al Valladolid sobrepasado el cuarto de hora. Desbordado de repente en cuanto el equipo local se lo propuso, fue goleado en solo 10 minutos sin discusión. Su supervivencia esta jornada fuera del descenso depende del Cádiz-Sevilla de esta noche.

Su quinta derrota consecutiva en LaLiga, todas sin un solo gol a favor, cuatro de ellas desde que retomó la competición, confirmó el preocupante momento del Valladolid.

No por la derrota en un escenario como el Metropolitano, sino por la manera como se descompuso en cuanto el Atlético le dio algo de fútbol, dinamismo y sentido a su juego.

Dentro de la atractiva proposición ofensiva de Simeone con el 4-3-3, el técnico se decidió por fin a juntar a tres de sus atacantes en la alineación, en la que Griezmann fue la diferencia más sustancial.

Su juego entre líneas es imparable. La demostración fue el 1-0, cuando respondió al envío de su compañero con un recurso estupendo, con un primer toque sutil de espaldas, para poner a Morata ante el gol.

Después de dejar por los suelos a El Yamiq, la definición del internacional español fue concluyente ante Masip. Amagó por el palo largo, la marcó por el corto, sin opción para el guardameta. Un golazo, en la introducción, el nudo y el desenlace. Y una revancha. Justo una semana después de haber fallado todo en Almería. Ya no hubo dudas del triunfo.

No las permitió el Atlético, entre la zozobra del Valladolid, caído definitivamente con el 2-0 tan veloz, en el minuto 23, cuando Griezmann remató el centro desde la banda derecha de Nahuel Molina.

El 3-0 también partió de Griezmann. De su golpeo de pelota. De la sutileza y la precisión con la que propuso el centro para el cabezazo de Hermoso. Un testarazo tan plácido que deja en mal lugar a la defensa del Valladolid. Tanto o más como pone en evidencia que no acudiera a tiempo nadie del conjunto visitante para evitar el segundo remate, ya definitivo, del 3-0.

Ahí terminó un partido de 28 minutos. O menos. Ni el Atlético se exigió mucho más. Ni el Valladolid expresó la capacidad para reponer el debate sobre los puntos.

Aún hubo un contratiempo para los vencedores, cuando Marcos Llorente pidió el cambio en el minuto 55 por una aparente dolencia; y hubo un tiro contra los dos postes de Correa.

Incluso hubo margen para el estreno de Memphis Depay, que dio un pase delicioso en su primer cuarto de hora con el Atlético, que ya avista en el horizonte el derbi de la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu, bajo la inspiración de Griezmann.

EFE

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