París.- Con Aurelien Tchouaméni expulsado en el minuto 76, Francia aguantó ante Bélgica en inferioridad numérica y logró conservar la ventaja que había logrado un cuarto de hora antes para imponerse 1-2.
En un partido en el que hubo casi de todo (expulsión, gol anulado, penalti fallado por parte de Bélgica), Les Bleus se habían adelantado desde los once metros gracias a Kolo Muani (m.35), un tanto igualado justo antes del descanso por parte de Openda.
Con esta victoria, los franceses consolidan su segundo lugar y se acercan a los 4tos de final de la Liga de las Naciones, en un grupo A2 en el que Italia lidera.
En el segundo encuentro pos-Griezmann y sin Kylian Mbappé en la convocatoria, Francia pasó la primera media hora perdiendo balones en el centro del campo y dando vía libre a los contraataques belgas.
Así llegó un uno contra uno de Loïs Openda, quien fue derribado dentro del área por Saliba cuando encaraba a Mike Maignan.
Tras una larga consulta con el VAR, que no detectó fuera de juego en la cabalgada del delantero del Leipzig, el capitán local, Tielemans, se pasó de rosca en el penalti y lo lanzó fuera.
Era el minuto 20 y los franceses seguían temblando ante cada aceleración de Doku y cada embestida de Openda, lo que obligaba a Saliba e Ibrahima Konaté a sacar balones por tierra, mar y aire.
Rozando la media hora, Francia dijo «presente» con un remate de Barcola. El extremo del PSG provocó, cinco minutos más tarde, un penalti por mano del central Faes. Kolo Muani, que atraviesa una más que discreta temporada en París, puso por delante a su selección.
‘Los diablos rojos’, en plena fase de transición tras su época dorada de la pasada década, igualaron justo antes del descanso gracias a un cabezazo de Openda, bendecido por el VAR. Bélgica había mostrado méritos para irse al descanso con al menos un empate.
Más sólidos en el centro del campo y ante un rival que decaía físicamente, los franceses se pusieron delante gracias a un cabezazo de Kolo Muani, a pase de Digne. Un poco antes el VAR había anulado un tanto a Manu Koné.
Cuando los galos parecían haber enderezado el partido, Tchouaméni sumó su segunda amarilla al derribar a Tielemans en el balcón del área. Los de Didier Deschamps tuvieron que aguantar con 10 el último cuarto de hora ayudados por un gran Maignan.
EFE
