CARACAS.- Jairo Fuenmayor, presidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela, alerta sobre la preocupante situación del embarazo adolescente en el país. El especialista expone las deficiencias en las medidas de prevención, y sus posibles consecuencias para la salud de las jóvenes y el desarrollo del país.
Explicó que la parte sexual es una forma de expresión del ser humano, es normal, pero la gente debe estar preparada desde el punto de vista geológico, mental, físico para saber afrontar las consecuencias de lo que es una vida sexual activa. También hay situaciones que perturban al adolescentes de comenzar una vida sexual, como lo son sus padres que le hacen bullying en el hogar, las niñas lo convierten en moda, mala situación económica e influencia de los medios de comunicación, ya que se promociona de manera subliminal y evidente la sexualidad, expresó Fuenmayor.
«El embarazo adolescente es un problema de salud pública ya que repercute a todo el nivel nacional, desde el punto de vista de atención médica, económica y educacional».
La maternidad adolescente ha sido estudiado por muchos factores, el factor mas importantes es la mujer que busca su independencia dentro de la familia, puesto que vienen de un hogar conflictivo, piensan que teniendo un hijo puede lograr tener una pareja estable, que las apoye económicamente, salir de su casa.
«De cada diez pacientes que asisten a una maternidad, por lo menos siete son adolescentes o menores de veinte años con vida sexual activa desde los 12 años y los varones desde los 14 años (tardan un poquito más porque temen a sublimar a las niñas desde el deseo). Latinoamerica tiene las cifras mas altas después de Haití».
Dijo que la mayoría de las complicaciones médicas del embarazo son en mujeres menores de 20 años (alto riesgo, precoz), tienden a darles eclampsia, endometritis puerperal e infecciones sistémicas, y en las mujeres que tienen más de 35 años (edad avanzada) mayor riesgo de afecciones cromosómicas.
Para evitar estas situaciones «a los embarazos adolescentes se le han ofrecido anticonceptivos de larga duración reversibles (anticonceptivos que no dependan del paciente, tengan larga duración de tres a cinco años) para que de esa manera puedan postergar una maternidad y lograr una madurez intelectual, porque la madurez física la tienen al salir embarazadas».
Fuenmayor hace un llamado a las autoridades a fortalecer los programas de educación sexual integral y acceso a métodos anticonceptivos, así como a implementar charlas y exposiciones que promuevan la inclusión y el desarrollo de las adolescentes, para combatir el problema del embarazo en la adolescencia que afecta a la salud de las jóvenes y al futuro del país.
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Lismar Rebolledo/Unión Radio