LA PAZ.- El expresidente Evo Morales señaló a EFE que el futuro de Bolivia a largo plazo no depende del litio sino del sector agropecuario, reiteró sus críticas en contra del Gobierno de Luis Arce por la caída en la producción del gas y dijo que el alzamiento militar del pasado mes fue un “show” del Ejecutivo, un “golpe a la economía” del país.
«No importa si fue golpe, autogolpe o contragolpe, el verdadero golpe fue a la economía», mencionó Morales desde la ciudad de Cochabamba.
Morales indicó que el «dólar se disparó» luego del «show que armó el Gobierno» y mostró su preocupación por la especulación y la inversión privada tras el alzamiento del general Juan José Zúñiga, que ejercía en ese momento como comandante general del Ejército boliviano.
El expresidente ha puesto en duda el alzamiento armado de Zuñiga del 26 de junio desde el primer día.
«Estaba preparado este autogolpe, que todos (los militares) iban a salir al exterior, pero, Lucho traicionó, el autogolpe se adelantó» remarcó Morales.
El exmandatario atendió a EFE desde su casa en Cochabamba, territorio que es su bastión político y sindical, después de visitar a sus «pescados» en un criadero que tiene en el Trópico de Cochabamba, región también conocida por la siembra de hoja de coca.
«Zuñiga es mi jefe de campaña igual que (Manuel) Rocha en su tiempo», agregó Morales, refiriéndose a la entrevista que dio el destituido jefe militar en donde amenazó con arrestarlo si se presentaba como candidato presidencial en 2025.
Morales aseguró que las declaraciones de Zuñiga y otros funcionarios del Gobierno de Arce en su contra han hecho que las personas «se pongan de su lado».
Mientras que Manuel Rocha, quien fue embajador de Estados Unidos en Bolivia durante la primera elección de Morales a la Presidencia, también lo habría ayudado a «ganar popularidad» en su momento al criticarlo, indicó el exmandatario.
Rocha ahora se encuentra encarcelado, después de ser sentenciado a 15 años de prisión en Estados Unidos acusado de ser un espía de Cuba.
El líder del MAS también dijo que la señal más grande de la «derechización» de Arce es que Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos «tuitearon» a su favor durante lo que el Gobierno aseguró fue un fallido «golpe de Estado».
«¿Cuándo Estados Unidos van a defender a un gobierno de izquierda?», enfatizó Morales.
El litio y el gas no son el futuro
El también líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), aseguró a EFE que el futuro de Bolivia a largo plazo no depende del litio sino del sector agropecuario, y dijo que de regresar a la Presidencia boliviana tiene «propuestas de ley para tecnología «agropecuaria», (para) «liberar productos como carne y soya».
Aunque indicó que a mediano plazo «hay que acelerar» la producción de litio porque Bolivia se encuentra rezagada en esa industria.
«Se necesita extracción directa de litio», afirmó Morales, quien también reprochó que el Gobierno de Luis Arce no aprovechó la planta piloto que su gestión dejó, «apenas al 60 % (de producción) llegaron».
También mencionó que él le había advertido al presidente Arce que el gas natural se podría agotar y que era arriesgado «depender de un solo producto» para sostener la economía del país andino.
Morales contó que cuando llegó a la Presidencia boliviana en 2006 la producción de gas natural era de 30 millones de metros cúbicos al día, y cuando la dejó se producían alrededor de 60 millones de metros cúbicos al día.
«Un día Lucho (Arce) me dice que bajó (la producción) a 46 millones de metros cúbicos al día y que en 2025 vamos a estar con 30 millones de metros cúbicos al día», indicó Morales.
El expresidente aseguró que le pidió a Arce que «le mandara» sus técnicos para entender la situación del gas natural, pero que él lo ignoró cuatro veces.
«Nunca dicen la verdad», en relación a la situación del gas natural en Bolivia, afirmó.
Al menos en las dos últimas décadas, el gas natural fue el producto estrella de exportación de Bolivia y el sustento de su crecimiento económico, con Brasil y Argentina como principales mercados, pero en los últimos años se ha advertido una disminución en la producción y los ingresos.
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EFE