VALENCIA.- La ciudad de Valencia vive este domingo la jornada final de sus Fallas, una de las fiestas más conocidas de España, en las que el fuego y la pólvora son los protagonistas, y que este año contó con asistencia multitudinaria, sin restricciones por pandemia.
Esta noche se pone fin a la fiesta con la quema de los más de 760 monumentos efímeros, conocidos como «fallas», que arderán en los distintos barrios de la ciudad, en lo que se conoce como la «Cremá», una gran exhibición de luz y ruido que inunda la capital.
Las fallas son grandes conjuntos de esculturas de madera y cartón piedra, alegóricas y sátiras, que se instalan al comienzo de las fiestas en calles y plazas de toda la ciudad, y que el día 19, festividad de San José, arden como broche final de la celebración, aunque una de ellas, la indultada por un jurado, se salvará y pasará a engrosar los fondos del llamado Museo Fallero de Valencia.
Son unas fiestas que se remontan al siglo XVIII y que en 2016 fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Durante una semana la ciudad se ha inundado de pólvora, música, pasacalles y paellas, la comida típica valenciana, conocida mundialmente.
EFE