WASHINGTON.- Dos intentos de asesinato, un expresidente pendiente de juicios que podrían enviarlo a prisión, la primera mujer afroamericana en liza o la guerra en Ucrania y Gaza han hecho de la carrera presidencial a la Casa Blanca una campaña especialmente insólita en Estados Unidos.
Este martes, millones de estadounidenses están convocados en unas elecciones en las que el exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021) y la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, están prácticamente empatados en intención de voto.
Las campañas se han gastado casi 1.000 millones de dólares en anuncios solo en la última semana y se calcula que más de 10.000 millones en este ciclo, casi un 20 % más que en 2020, según una análisis de AdImpact.
Esto no cuenta otro tipo de ‘gastos’ insólitos como que el magnate y dueño de X Elon Musk, que ha sido un fuerte apoyo de Trump, haya regalado un millón de dólares al día a votantes que se registren en uno de los estados bisagra y firmen una petición encubierta a favor de la campaña republicana.
Al final, debido a un insólito pero ya conocido sistema electoral, las elecciones se decidirán en siete estados, los llamados bisagra.
En el resto el voto de los compromisarios que eligen al presidente ya está prácticamente decidido, pero es en Wisconsin, Míchigan, Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania, Arizona y Nevada donde se verá si Trump vuelve al Despacho Oval o EE.UU. tiene por primera vez a una mujer presidenta.