Sevilla.- El Eintracht Frankfurt y el Rangers de Glasgow reeditarán en Sevilla las famosas semifinales de la Copa de Europa (hoy en día Champions League) en 1960, con una final de la Europa League que puede coronar a los escoceses por primera vez en más de 50 años o culminar la excelente campaña europea de los alemanes y que contará con más de 100.000 aficionados en las calles.
Sería la guinda del pastel para un Rangers que celebra en este 2022 su 150 aniversario y que podría vengar la dolorosa derrota mencionada de 1960, cuando el Eintracht les privó, con un global de 12-4, de jugar la final en Hampden Park, su ciudad, definición que más tarde perderían los alemanes contra el Real Madrid de Ferenc Puskás y Alfredo Di Stéfano.
Ahora los escoceses, que dejaron en el camino a Borussia Dortmund, Estrella Roja, Sporting Braga y RB Leipzig, no contarán con la que ha sido su gran baza en esta competición: Ibrox Park. El Rangers ha logrado tres victorias y un empate en su feudo, mientras que fuera de él solo ganó un partido y perdió los otros tres.
La afición, que no ha visto al Rangers jugar una final europea desde que perdieran la de 2008 contra el Zenit de San Petersburgo, no fallará. Unos 100.000 aficionados del equipo llegarán a la ciudad andaluza, algunos procedentes incluso de Sídney, tras vuelos de 30 horas. El objetivo: la primera presea continental desde la Recopa de 1972.
Del otro lado de la acera, para el Eintracht es su primera final europea desde 1980, cuando ganó la vieja Recopa. Desde entonces muchas cosas cambiaron para el club alemán que, tras descender por primera vez en 1996, llegó a convertirse en una especie de equipo ascensor entre la primera y la segunda Bundesliga.
Ello hace que, después de cuatro descensos, la final tenga aún más valor para «Las Águilas» que encontraron en la Europa League el sentido de una temporada que en la Bundesliga estuvieron lejos de los objetivos planteados.
EFE/Unión Radio