ROMA.- El italiano Edoardo Bove, jugador de 22 años de Fiorentina que cayó desplomado sin conocimiento y entró en parada cardiorrespiratoria ante Inter de Milán, no podrá volver a jugar Italia en caso de que le tenga que ser implantado un desfribilador subcutáneo.
La normativa médico deportiva italiana, recogida en los «Protocolos cardiológicos para la evaluación de la aptitud para el deporte de competición», no prevé que un futbolista con un desfribilador subcutáneo pueda jugar en la Serie A.
Aunque Fiorentina no ha actualizado desde el pasado lunes el estado de salud de Bove, el diario ‘La Reppublica’ informa este jueves de que el futbolista habría dado el visto bueno al implante y que, por tanto, no podría continuar con su carrera deportiva en Italia.
La operación para implantárselo, según el rotativo, se podría llevar a cabo incluso mañana, viernes, pues el jugador ya tiene el ritmo cardíaco controlado y solo necesita seguimiento en ese sentido.
Existe un precedente en un caso muy parecido. Hace 3 años, el danés Christian Eriksen no pudo continuar con Inter de Milán tras sufrir un episodio similar en la Euro 2020 y serle implantado este dispositivo que corrige mediante pequeñas descargas eléctricas cualquier posible arritmia.
No es así de rígida la norma en otros campeonatos como la Premier League inglesa, en la que actualmente juega el centrocampista danés, en el Manchester United.
El equipo de cardiólogos del Hospital Universitario Careggi de Florencia (norte) trabaja para aclarar el motivo exacto por el que sufrió el colapso en el campo. La rápida intervención de las asistencias médicas, que tuvieron que reanimarle en la ambulancia, fue clave para mantenerle con vida.
La ‘Fiore’ le dedicó una pancarta de apoyo este miércoles en el partido ante Empoli, en el derbi toscano de octavos de final de Copa Italia que el combinado ‘Viola’ perdió en la tanda de penaltis.
EFE