París.- Novak Djokovic consiguió su victoria número 90 en Roland Garros al superar por remontada a Karen Khachanov por 4-6, 7-6(0), 6-2 y 6-4. El serbio clasificó para su duodécima semifinal del torneo y espera por Carlos Alcaraz y Stefanos Tsitsipas.
En un partido que superó las tres horas y media, el número 3 del mundo se vio superado durante set y medio por el juego agresivo y acertado del ruso. El undécimo favorito le arrebató el primer set al serbio en lo que va de torneo y rompió una racha de 29 consecutivos ganados en Grand Slam.
En los nueve duelos anteriores, Khachanov solo había ganado tres sets la única vez que le derrotó.
Camino a su tercera corona en París, Djokovic supo cambiarle el rumbo a un duelo que le dio la espalda.
Y afianzó su condición de tenista más prolífico en la capital francesa por detrás de Alcaraz, del que ahora solo le separan 22 victorias. Ni una bola de rotura se procuro el serbio en las dos primeras mangas, en las que estuvo a merced del ruso.
Así sometió Djokovic en el primer parcial y lo mantuvo a raya en el segundo, abocado a un juego de desempate al que se aferró el serbio para poner el partido de su lado.
Como tantas veces a lo largo de su carrera, en el momentos clave su nivel de tenis subió muchos enteros y se anotó todos los puntos de ese lance, un golpe psicológico a la línea de flotación del ruso, que lo sintió de forma profunda.
El sentido del partido viró. Djokovic volvió a ser Djokovic, a medida que el ruso iba perdiendo la muñeca que le había hecho dominar y se desdibujaba a costa del serbio.
Tras dos horas y cuarto de juego, llegó la primera bola de rotura del serbio, que fiel a su instinto asesino empezó a golpear con dureza, que solo cometió un error no forzado en esa manga, por 21 en las dos anteriores, y golpeó con 19 ganadores la defensa precaria de Khachanov.
Pese a que el ruso trató de reengancharse al duelo, su tren había partido. Djokovic ya no relajó la presión, siguió desplegando un juego excelso que apenas daba oxígeno al rival, que cedió su servicio en el tercer juego. El serbio tuvo dos bolas para colocarse 5-2 y servir para ganar, pero ahí se le encogió el brazo y Khachanov aguantó el tipo y empató a 4.
Fue un espejismo, porque el serbio se apuntó los dos juegos siguientes camino de la victoria.
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EFE