LISBOA.- El director general de Reinserción y Servicios Penitenciarios (DGRSP) luso, Rui Abrunhosa Gonçalves, dimitió este martes por la fuga de cinco reclusos de una cárcel del distrito de Lisboa, un incidente que el Gobierno ha calificado como de «gravedad extrema».
La ministra de Justicia de Portugal, Rita Júdice, informó de que aceptó la dimisión de Abrunhosa Gonçalves en una rueda de prensa que supuso la primera reacción oficial del Gobierno a la fuga ocurrida el pasado sábado en la prisión de Vale de Judeus, a unos 70 kilómetros al norte de Lisboa.
Júdice calificó el incidente como de «extrema gravedad» que no se puede «perdonar», tanto por la seguridad de la población como por la reputación del país.
«La fuga de cinco reclusos fue el resultado de una cadena sucesiva de errores y fallos muy graves, groseros, inaceptables, que no queremos que se repitan«, refirió.
La ministra explicó que, según las primeras investigaciones, la huida duró seis minutos y los guardias tardaron 65 minutos en darse cuenta de que los presos se habían escapado.
Además, la Guardia Nacional Republicana (GNR) no fue avisada hasta 83 minutos después de la fuga, que se produjo con ayuda de tres individuos del exterior, que proporcionaron a los presidiarios dos escaleras para saltar dos muros de la cárcel, uno de ellos de 6 metros de altura.
«En los relatos que recibimos hemos visto descuido, irresponsabilidad y falta de mando«, afirmó Júdice, que consideró que recuperar la confianza en el sistema penitenciario luso «va a exigir responsabilizar a varios niveles y el refuerzo de la fiscalización».
Por ello, decidió aceptar la dimisión del director de prisiones y no descartó iniciar procesos «disciplinarios o penales» si fuese necesario.
El Gobierno encargó a la Inspección General de los Servicios de Justicia que realice «con urgencia» una auditoría a los sistemas de seguridad de las 59 cárceles del país, con previsión de que esté finalizada antes de que acabe el año.
También solicitó una «auditoría de gestión» al sistema penitenciario para evaluar la organización y dotación de recursos, que «demorará más».
Los cinco reclusos, dos portugueses, un argentino, un británico y un georgiano que cumplían penas de 7 a 25 años de cárcel, se fugaron en la mañana del sábado con ayuda externa de la prisión de Vale de Judeus.
EFE