NUEVA DELHI.- Un grupo de estafadores creó una sucursal falsa del mayor banco estatal indio, el State Bank of India (SBI), en una localidad rural del centro de este país asiático engañando a varios habitantes del pueblo, que depositaron sus ahorros y pidieron préstamos a la falsa sede de la entidad, que operó durante 10 días hasta que el engaño fue descubierto.
La Policía de Chappora, en el estado indio de Chhattisgarh, comenzó a investigar la sucursal del SBI después de ser alertada por el director de la oficina del banco de una localidad adyacente y por un vecino, propietario de un quiosco, según informó al canal de televisión indio NDTV el agente Rajesh Patel.
«Tras la investigación, se confirmó que el banco era falso y que varios empleados habían recibido documentos falsos», especificó el policía.
Los estafadores consiguieron ‘contratar’ a seis personas desempleadas, falseando los documentos necesarios para formalizar su contratación y exigiéndoles el pago de entre 200.000 y 600.000 rupias (2.380 a 7.146 dólares) como garantía.
Según reportaron los medios indios, la falsa sucursal contaba con todos los detalles propios de una oficina bancaria corriente.
Los timadores se encargaron de colocar muebles nuevos, elaborar documentos falsos con el logotipo del SBI, colocar señales indicativas, e instalar mostradores bancarios que, aparentemente, funcionaban con normalidad.
La red de estafadores incluso ofreció cursos de capacitación a sus ‘empleados’, a los que contrató con diversas tipologías profesionales, nombrando a gerentes, directores de márketing, personas encargadas de los cajeros automáticos y operadores informáticos.
Ante la aparente normalidad de la nueva sede, decenas de habitantes de Chappora acudieron a la sucursal del SBI, uno de los bancos de mayor tamaño y prestigio de la India, para llevar a cabo sus operaciones bancarias.
La actividad en el falso banco continuó durante diez días hasta su clausura este jueves, después de que un vecino que regenta un establecimiento próximo a la sucursal preguntase a sus empleados por datos más específicos acerca de la sede, que no tenía ningún código de sucursal o identificación en sus carteles informativos.
El principal objetivo de los estafadores eran personas desempleadas, a las que se ofrecieron falsas financiaciones y salarios vinculados a la entidad financiera gubernamental, para los que exigían pagos previos de hasta 500.000 rupias (5.955 dólares). Muchos de los estafados se enfrentan ahora a no poder recuperar el dinero perdido.
EFE