OAXACA.- Aunque los ojos de la artesana mexicana Josefina Aguilar se apagaron hace casi 10 años, sus manos no han dejado de moldear el barro para elaborar los nacimientos en miniatura que en estas navidades se vuelven imprescindibles en los hogares mexicanos.
La mujer, quien perdió la vista por su diabetes, crea estas figuras para recordar el pasaje bíblico del nacimiento de Jesús al estilo de los artesanos de Ocotlán de Morelos, en el sureño estado de Oaxaca.
A sus 78 años de edad, Josefina se resiste a dejar el barro que desde niña aprendió a dar forma, vida y textura ayudada por su madre.
«Qué maravilla es cuando empieza uno a hacer las cosas, se siente una cosa bonita cuando uno le va tallando al barro y van saliendo las figuras, ahora no las veo porque perdí la vista, pero para hacer las piezas mis manos todavía corren en la pieza que estoy haciendo”, explica a EFE la artesana oaxaqueña.
Detrás de cada una de estas piezas hay más de un mes de trabajo dedicado y llegan a costar más de 3.000 pesos (más de 150 dólares), una cantidad que invierten coleccionistas de representaciones navideñas y que llegan a Oaxaca en busca de un nacimiento tallado artesanalmente en barro.
El taller familiar ‘Artesanías Josefina Aguilar’ se ubica en la entrada de Ocotlán de Morelos, situado a 30 kilómetros al sur de la capital del estado de Oaxaca.
EFE