LISBOA.- Los centros electorales cerraron este domingo en Portugal y pusieron así fin a la votación para renovar los 230 escaños del Parlamento del país y de la que tiene que salir un Gobierno que sustituya al del primer ministro, el socialista António Costa.
Los primeros centros en clausurar sus puertas fueron los de Portugal continental y Madeira a las 19.00 hora local (misma hora GMT) después de abrir a las 8.00 horas, y fueron seguidos sesenta minutos más tarde por los del archipiélago de las Azores por encontrarse en una zona horaria diferente.
Unos 10,8 millones de votantes estaban llamados a las urnas este domingo en Portugal, en unos comicios donde los candidatos favoritos para convertirse en primer ministro son el socialista Pedro Nuno Santos y el conservador Luís Montenegro.
Portugal es un país caracterizado por la baja afluencia de electores en las elecciones y la participación de este domingo era del 51,96 % hasta la 16.00 hora local, un porcentaje que superaba el total registrado en los comicios legislativos de 2019, el 48,57 %, y del 2022, el 51,42 %.
La jornada ha transcurrido con tranquilidad sin apenas incidentes, aunque ha estado marcada por la polémica originada por la confusión de algunos votantes a la hora depositar su voto, al confundir la coalición de centro-derecha Alianza Democrática (AD), que lidera Montenegro, con el también partido conservador Alternativa Democrática Nacional (ADN).
Los últimos sondeos dan ventaja a la derecha, pero proyectan un escenario sin mayorías absolutas, por lo que los pactos serán fundamentales para conseguir formar Gobierno y la ultraderecha podría tener un papel clave como tercera fuerza más votada.
Estas elecciones anticipadas llegan poco más de dos años después de las anteriores debido a que la tercera legislatura de Costa se truncó a la mitad por su dimisión en noviembre pasado, tras el anuncio de la fiscalía de que lo investigaba por presuntas irregularidades, aunque el Ministerio Público apenas ha difundido información y no hay ninguna acusación formal contra él.
EFE