NUEVA YORK.-Cientos de vendedores ambulantes en Nueva York, en su mayoría inmigrantes, exigieron este jueves a la ciudad que apruebe una reforma a este sector para que se les considere como pequeños negocios y se aprueben más licencias que les permita trabajar legalmente con el fin de evitar cuantiosas multas y el decomiso de su mercancía.
También piden como parte de esa reforma que se expandan los lugares designados para ventas en la calle.
Los vendedores, de diversos grupos étnicos y que portaban carteles en varios idiomas con sus demandas, realizaron una protesta frente a la Alcaldía donde lanzaron su iniciativa «Reforma de vendedores ambulantes» apoyados por una coalición de organizaciones de diversos sectores y varios concejales.
Actualmente, hay más de 10.000 personas en la lista de espera de permisos para venta de alimentos y 11.926 individuos para la venta de otro tipo de mercancía, según datos del Proyecto de Vendedores Ambulantes.
Los trabajadores buscan con la reforma que se cree una división en la Administración de Pequeños Negocios dedicada a los vendedores ambulantes y recibir así un trato justo ya que pagan impuestos.
Se estima que en Nueva York hay 20.000 vendedores en las calles de la ciudad.
Los concejales apoyaron una reforma que saque la venta ambulante de las sombras y afirmaron que estos vendedores «son el alma y corazón de la ciudad, los que nos alimentan, dicen buenos días y te conectan con tu cultura».
EFE