TOKIO.- El ciclón tropical Lan siguió este miércoles causando estragos a su paso por el oeste de Japón, dejando fuertes lluvias, corrimientos de tierra, daños en infraestructuras y núcleos de población aislados, y el transporte colapsado por segundo día.
Lan, el séptimo tifón de la temporada en el Pacífico, ya degradado a tormenta tropical, tocó tierra el martes y atravesó verticalmente el oeste de Japón durante el día, y continuaba hoy su trayectoria hacia el norte del país a través del mar de Japón.
Varias zonas del oeste del país se encuentran desde ayer azotadas por fuertes lluvias, como es el caso de la ciudad de Tottori, que ha registrado en las últimas 24 horas su récord histórico de precipitaciones, más de 500 milímetros en ciertas zonas, 2,5 veces más que la media para todo un mes de agosto promedio.
Precisamente allí una mujer octogenaria murió a causa de un paro cardíaco al quedar aislada la zona en la que residía y tener las autoridades muchas dificultades para poder acudir a su rescate.
Unas 1.800 personas estuvieron aisladas momentáneamente en dicha área y más de un millar continuaban aisladas por la tarde.
El temporal ha dejado hasta el momento cerca de medio centenar de heridos, según el recuento más reciente de la cadena pública NHK.
Las intensas precipitaciones asociadas a Lan han dejado también daños estructurales, como en la ciudad de Fukuchiyama, en la prefectura de Kioto, donde la tierra y la arena han inundado carreteras de la ciudad dejando a poblaciones aisladas.
En la ciudad de Maizuru la subida de un río se ha llevado gran parte de un puente, mientras que en la cercana ciudad de Ayabe se han producido importantes corrimientos de tierra, entre otros derrumbamientos de cruces y carreteras afectadas.
Varias líneas importantes de «shinkansen», el tren de alta velocidad, quedaron suspendidas hoy de nuevo entre Tokio y ciudades del oeste por los efectos de las fuertes lluvias, en una jornada en la que muchos japoneses se desplazan de vuelta a sus hogares tras unas jornadas festivas en el país asiático.
Las precipitaciones eran especialmente copiosas en la prefectura de Shizuoka en el centro del archipiélago, donde se habían producido los principales cortes. Las imágenes de los viajeros agolpándose en las entradas y pasillos de las estaciones circularon por las redes y televisiones nacionales durante todo el día.
Al no haber perspectiva de reanudar las operaciones con premura, las empresas operadoras pidieron a los pasajeros que reconsideraran rutas alternativas o alterar sus planes de viaje.
Algunos tramos reanudaron operaciones entrada la tarde y las operadoras planean aumentar el número de trenes para compensar los retrasos, e incluso se están fletando aviones desde aeropuertos regionales para cubrir las necesidades de desplazamiento.
En lo que respecta al tráfico por carretera, varias vías y autopistas se encontraban cerradas, entre ellas en las prefecturas de Gifu y Osaka, y unos 20 vuelos fueron cancelados.
La llegada del tifón a Japón ha coincidido con el período festivo del Obon, en el que se recuerda a los difuntos y durante cuya celebración se produce un elevado número de desplazamientos para reuniones familiares.
Este año ha sido el primero desde que la covid-19 fue equiparada a la gripe estacional, con un incremento mayor de los viajes domésticos, así como de turistas durante el período veraniego.
Lan llega poco después del paso de Khanun, el tifón anterior de la temporada, que en las últimas dos semanas azotó el sudoeste del archipiélago nipón y la península de Corea, dejando amplias inundaciones, numerosos daños materiales y varios fallecidos.
A las 15:45 hora local (6:45 GMT), la tormenta tropical estaba en aguas del mar de Japón, a unos 175 kilómetros al oeste de Akita, en el noreste del archipiélago nipón, según los últimos datos de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).
El ciclón se desplazaba a 30 kilómetros por hora en dirección norte-noreste, hacia las islas Kuriles, pudiendo llegar a influir también al norte de Japón en las próximas horas.
Las autoridades mantienen la alerta por desbordamientos y riesgos vinculados al terreno reblandecido por las lluvias en el centro del país, donde siguen las precipitaciones copiosas e intermitentes.
EFE
