PEKÍN.- China espera las elecciones taiwanesas del próximo enero den un resultado «conducente a la paz y a la estabilidad a través del Estrecho» y que ayude a que las relaciones entre ambos lados vuelvan a la «normalidad».
El portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Ejecutivo chino, Chen Binhua, aseguró que Pekín «respeta» el «actual sistema social» de Taiwán, isla sobre la que China reclama su soberanía.
«Sin embargo, Taiwán se encuentra en una encrucijada: de un lado, la paz y la prosperidad y, de otro, la guerra y la recesión», dijo Chen anoche después de que los partidos taiwaneses registraran sus candidaturas para las elecciones que celebrará la isla en enero de 2024, cuyo resultado marcará el curso de la política de Taiwán respecto a China.
El portavoz chino indicó que espera que los «compatriotas» de Taiwán «salvaguarden los intereses generales de la nación china, defiendan el Consenso de 1992 y se opongan a la ‘independencia de Taiwán'».
«Tiene que tomar la decisión correcta en un momento crítico», agregó Chen.
Los dos principales partidos de la oposición taiwanesa, el Kuomingtang (KMT) y el Partido Popular de Taiwán (PPT), registraron sus candidaturas por separado tras renunciar a una coalición electoral que hiciera frente al gobernante Partido Democrático Progresista (PDP).
El candidato del gobernante PDP y actual vicepresidente taiwanés, William Lai, encabeza las encuestas, con un apoyo que se mantiene estable en torno al 30 %.
El mandato actual del PDP, bajo la batuta de la actual presidenta, Tsai Ing-wen, quien no puede presentarse a un tercer periodo, ha estado marcado por el recrudecimiento de las tensiones con China.
Lai concurrirá las elecciones del próximo enero acompañado de Bi-khim Hsiao, hasta ahora embajadora de facto de Taiwán en Estados Unidos, con lo que los expertos isleños auguran que, de ganar, el actual vicepresidente tratará de mantener una relación estrecha con Washington en busca de protección y apoyo ante la creciente intimidación militar y diplomática de China.
China ve a Lai como un «separatista» del PDP, partido con el que Pekín cortó la comunicación en 2016 después de que la formación ganara los comicios de aquel año.
Taiwán -adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya «reunificación» no ha descartado el uso de la fuerza.
En los últimos meses, la administración del presidente estadounidense Joe Biden ha «reafirmado» el Acta de Relaciones de Taiwán de 1979 -que compromete al país con la defensa de la isla, aunque no deja claro si la potencia intervendría en caso de ataque de China-, mientras que el PDP ha defendido que la venta de armas estadounidenses a la isla «es un firme apoyo a que Taiwán mejore sus habilidades para defenderse».
EFE